Tras el anuncio de que a partir de enero de 2017 el precio promedio de los combustibles será de $15.99 para gasolina Magna, $17.79 para gasolina Premium y $17.05 para diésel, el dólar cerró en ventanillas bancarias en 21.05 pesos a la venta, cinco centavos más respecto al cierre previo.
Mientras que al mayoreo, el dólar cerró en 20.7670 unidades, lo que significó una depreciación del peso de 0.56 por ciento respecto al cierre previo, de acuerdo con datos del Banco de México.
La depreciación del peso vino después de que la Secretaría de Hacienda publicó la metodología para la determinación de precios máximos de gasolinas y diésel, a la par de los precios máximos vigentes para enero de 2017.
De acuerdo con la dependencia, los nuevos precios dependerán de tres componentes: los precios de referencia internacional del combustible, los costos de transportación, internación, flete y distribución de Pemex y otros conceptos como impuestos (que no fueron modificados) y el margen comercial para estaciones de servicio.
A partir de enero y hasta el 3 de febrero, el precio por litro de la gasolina Magna será de 15.99 pesos, equivalente a un incremento de 14.2 por ciento, en tanto, el precio de la gasolina Premium incrementará 20.1 por ciento a 17.79 pesos y el precio del Diésel subirá 16.5 por ciento a 17.05 pesos por litro.
Debido a que los precios del petróleo podrían subir a niveles de 60 dólares por barril el próximo año, Banco Base prevé que el precio de la gasolina pueda subir hasta 30 por ciento, impactando directamente en un incremento de la inflación general de 1.28 por ciento, considerando solo los precios de gasolinas.
En este contexto, se espera que la inflación toque un máximo de 5.0 por ciento a mediados de 2017 y que luego regrese para terminar el año cerca de 4.3 por ciento, como consecuencia de una demanda agregada deprimida.
El grupo financiero destacó que existen otros factores que generan presiones inflacionarias, como la depreciación del peso mexicano que entre el mínimo y el máximo del año fue de 25.44 por ciento; el incremento al salario mínimo de 3.9 por ciento aplicable a partir de enero, así como incrementos a las tarifas eléctricas como ha ocurrido durante la segunda mitad de 2016.