Un canadiense plantó cara el pasado lunes a un puma salvaje, al que propinó un puñetazo en la cara, para salvar de una muerte segura a su perro Husky, informa Reuters.
El incidente ocurrió cuando William Gibb, de 31 años, detuvo su coche en un restaurante de carretera situado en una zona boscosa cerca de Whitecourt, en medio de la ruta de 600 kilómetros que separa la ciudad Red Deer, donde reside, de su destino, la localidad de Grande Prairie, ambas en el Estado de Alberta (Canadá).
Durante la pausa, Gibb dejó a su mascota que saliera a pasear por los alrededores. Instantes después escuchó los aullidos de dolor de su perro y acudió en su ayuda. Para su sorpresa vio que el husky estaba siendo atacado por un puma que mantenía al perro tumbado en el suelo.
“Vi que algo envolvía a mi perro, pero no estaba seguro de lo que era”, relata el canadiense. “Me abalancé sobre él y le di un puñetazo en la cara. Luego retrocedí para proteger a mi mascota y me di cuenta de que lo que le atacaba era un puma”.
El canadiense logró mantener las distancia con la fiera salvaje a base de gritos y de gestos mientras protegía a su can. Asimismo logró pedir ayuda y avisar a la Policía, que llegó al lugar en diez minutos. Tras consultar a oficiales guardabosques, los agentes mataron a tiros al puma al considerarlo un riesgo para otras personas.
Los pumas son una especie común en el hábitat de la zona de Whitecourt. Sin embargo, según la Policía, no es normal que ataquen a perros.
Gibb sufrió heridas leves pero no graves. Algunas producidas por su propia mascota, que le mordió mientras lo protegía. Después de aparecer la Policía, Gibb llevó a su perro a una clínica veterinaria, ya que necesitaba atención médica.
Fuente: RT