Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, amenazó a Toyota Motor Corp por los autos que ensambla en México para el mercado estadounidense. Ahora, el mayor riesgo de una represalia en aranceles lo corre su compatriota Nissan Motor Co, la mayor automotriz en el país, informó la Agencia Reuters.
Trump ha criticado a empresas estadounidenses como General Motors y Ford Motor Co por fabricar autos en el extranjero, pero el jueves criticó a Toyota, a la que advirtió de que se enfrenta a un “gran arancel fronterizo” si exporta a Estados Unidos desde México.
Sin embargo, Nissan, la segunda automotriz de Japón, podría ser la principal víctima de cualquier castigo impositivo. Nissan estableció su primera planta en México hace 50 años y ahora fabrica más de 800,000 autos al año, la mayoría sedanes Versa y Sentra.
La producción de Nissan en México hace que la de Toyota , Honda Motor Co y Mazda Motor Corp en México parezca pequeña. Además, exporta casi la mitad de la producción a Estados Unidos, donde también tiene plantas.
Los vehículos armados en México representan casi un cuarto del total de los que Nissan vende en Estados Unidos, dicen expertos del sector, comparado con cerca de un 30 por ciento de su rival más pequeño Mazda, pero menos del 10 por ciento de Toyota y Honda.
Las automotrices japonesas produjeron en conjunto 1,4 millones de vehículos en México en el año que terminó en marzo pasado, casi un 40 por ciento del total de México, y planean elevar el total a 1,9 millones de unidades en 2019, según la Organización de Comercio Exterior de Japón.
Sin embargo, su producción actual en México es una fracción de las cerca de 4 millones de unidades que fabricaron en Estados Unidos en 2015.
Trump dijo que planea renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte entre Estados Unidos, Canadá y México y prometió imponer un arancel de un 35 por ciento a los automóviles que se importen desde el sur de la frontera.
Según cálculos de JP Morgan, un alza de los aranceles a los autos importados de México a Estados Unidos, incluso de un 10 por ciento, golpearía los resultados operativos consolidados de Nissan en un 10,3 por ciento, más que el 5,5 por ciento que dañaría a Mazda, o el 0,7 por ciento a Toyota y el 2,2 por ciento a Honda.
Las cuatro automotrices japonesas en México han dicho que no tienen planes inmediatos para cambiar sus operaciones. Un ejecutivo asiático dijo a Reuters que la empresa tomó hace mucho tiempo la decisión estratégica de que México se convierta en su centro de producción en América del Norte y que sería difícil cambiarla de un día para otro.
Aún así, analistas dicen que las automotrices lo pensarán dos veces antes de ampliar su producción en el país en los próximos años. “Mientras este Gobierno (de Estados Unidos) esté a cargo, sospecho que (Nissan) no considerará más capacidad allá”, dijo Chris Richter, analista de CLSA.