Michelle Obama se despidió entre lágrimas de la Casa Blanca con su último discurso público como Primera Dama, a unas semanas de que Donald Trump jure como el próximo presidente estadounidense.
En un acto en Washington DC dedicado a la educación, Obama mandó un mensaje a los jóvenes del país y les pidió no perder la esperanza de cara al futuro, ni ceder en la idea de que pertenecen a Estados Unidos, sin importan su origen o creencia.
“Quiero que todos nuestros jóvenes sepan que este país les pertenece a ustedes, de todos los orígenes y formas de vida. Quiero que nuestros jóvenes sepan que importan. Así que no tengan miedo. ¿Me escuchan, jóvenes? No tengan miedo. Estén centrados. Sean decididos. Tengan esperanza. Empoderense con una buena educación”.
Michelle consideró los 8 años que sirvió como Primera Dama el mayor honor de su vida, y aseguró que aún fuera de Washington seguirá con acciones en favor de la educación. La demócrata no hizo mención de Donald Trump, pero sí dedicó palabras a jóvenes inmigrantes, a quienes recordó que la diversidad es uno de los valores de la nación.
“Ustedes son parte de una orgullosa tradición estadounidense, la incorporación de nuevas culturas, talentos e ideas, generación tras generación, que nos ha convertido en el mejor país de la Tierra. Nuestra gloriosa diversidad, de creencias, colores y credos, no es una amenaza a quiénes somos, nos hace lo que somos”.