A un día de haber cumplido 100 días al frente del Estado de parte del gobernador Javier Corral, trascendió un documento que el mandatario estatal escribió hace exactamente 6 años, cuando su antecesor en Palacio, César Duarte Jáquez, cumplía el mismo lapso.
A continuación el texto íntegro y también el link:
Entrega Duarte 10 ambulancias para 9 municipios; invierten 20 mdp
*100 días de Duarte, y aún sin rumbo.
– Javier Corral Jurado
Suele suceder que en el fragor de la batalla electoral, los candidatos ofrezcan el oro y el moro. Hay un dicho que describe y ridiculiza a la vez los excesos en la oferta y la promesa de campaña: “prometer no empobrece, cumplir es lo que aniquila”.
Pero también se está haciendo costumbre que en la espectacularidad que hoy caracteriza a la política y dentro de la lógica mediática que determina varios de los actos y de las decisiones de gobierno, las autoridades recién electas o con motivo de su ascenso al poder, hagan ofrecimientos desmedidos para cumplirse en el corto plazo.
Es probable que bajo ese influjo, el gobernador de Chihuahua, César Duarte, haya hecho el compromiso de evaluar al cumplirse cien días de su gobierno los resultados de los principales ofrecimientos que hizo, ya no en la campaña, sino en su discurso de toma de protesta el 4 de octubre de 2010.
Durante aquel acto faraónico, el Gobernador Duarte hizo, entre otros, los siguientes compromisos: Orden institucional con la nueva Fiscalía y la policía única; voluntad política para la coordinación entre los poderes públicos; cero impunidad; cero corrupción; cero contrabando; cero tráfico ilegal de armas y cero circulación ilegal de vehículos en Chihuahua.
Y dirigiéndose a Abelardo Escobar que ostentó en su toma de protesta la representación presidencial, dijo: “Propongo, señor Secretario, que a la brevedad formulemos una agenda común con estos temas… Y que en cien días, evaluemos los primeros resultados.”
El 12 de enero se cumplieron los 100 días desde que tomó protesta y cuando se esperaba la presentación de la evaluación que él mismo se comprometió públicamente a realizar, ante la pregunta de una periodista: “¿Habrá un evento para dar un balance de los resultados?”, el gobernador respondió: “Tenemos mucho trabajo, (…) no me toca decirlos a mí, …. seguramente los medios harán recuentos.” Duarte delegó así, su compromiso personal a los medios de comunicación estatales, que hasta el día de hoy no le han tomado la palabra para llevar acabo el escrutinio, no obstante que en la estructura que define al conjunto de los medios en el estado de chihuahua, un buen número de ellos responde a los intereses priístas, lo que sin duda ha permitido difuminar la responsabilidad de los gobiernos priístas en la tragedia que vive Chihuahua en materia de inseguridad, corrupción e impunidad.
Sería injusto calificar al Gobierno de Duarte, en torno de sus resultados sobre sus principales compromisos, a partir de un periodo tan corto. Dejémoslo en que ha sido esa expresión fruto de un optimismo verbal, una extensión del síndrome de campaña con el que se quedan varios gobernantes, que en efecto, a César Duarte se le está alargando demasiado.
Lo que hay que evaluar en estos cien días que propuso el propio Gobernador, es si los primeros pasos que ha dado, lo conducirán a los resultados que dice buscar. Si se apartó de los errores del anterior, y tomó a su cargo la responsabilidad del deslinde. En los primeros tres meses no se pueden obtener las metas, pero sí se puede delinear lo que será la obra y acción de gobierno, es el momentum en el que se traza el rumbo. Un dicho también sintetiza de manera clara ese fenómeno: “por las vísperas, se sacan los días”.
Quisiera sinceramente equivocarme, pero no se atisba lamentablemente para los próximos años en chihuahua, un gobierno distinto que nos permitiera acariciar la esperanza de un futuro con porvenir, en armonía y paz; las señales que indicarían ese horizonte no sólo no están presentes, sino que se producen signos contrarios. Las decisiones de desmarcamiento político que no necesitaban de cien días, sino sólo de valor, ya no se produjeron y eso produce que aún no hay rumbo, ni decisión política que con valor y compromiso histórico ponga fin a los errores y las complicidades, y se pudiera concretar un cambio.
Se decidió irresponsablemente – o por franca complicidad – cargar no sólo con varios de los colaboradores del anterior gobierno que fueron pieza clave para comprometer las finanzas estatales hasta un punto que hizo de Chihuahua la entidad con la deuda más alta y las más cara en su contratación, sino que además se ha hecho pública ostentación de los vínculos entre el actual y el anterior Gobernador, no obstante que con motivo de la averiguación que abrió la PGR para investigar los presuntos vínculos de la ex-procuradora estatal con bandas del narcotráfico, esté centralmente cuestionado el gobierno mismo del Licenciado José Reyes Baeza.
Muchos pensamos que en un acto de inteligencia y sensatez, César Duarte se deslindaría de la administración anterior, incluso como el necesario paso para seguir administrándonos por lo menos la esperanza, pero ha sucedido todo lo contrario, pues ha mantenido las mismas estructuras en las dos áreas de mayor fracaso: las finanzas y la procuración de justicia.
Gracias a estos funcionarios del PRI de siempre, se le ha endilgado a Chihuahua el calificativo de la entidad que ha contraído la mayor deuda en los últimos 10 años. De acuerdo con el reporte anual sobre deuda pública de las entidades federativas y municipios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, con fecha a septiembre de 2010, Chihuahua se encuentra entre las siete entidades más endeudadas con la banca comercial y entre las cuatro más endeudadas a través de emisiones bursátiles. Manteniendo una deuda que en total asciende a 13 mil 261 millones de pesos. Esto indica que durante el gobierno de José Reyes Baeza, la deuda pública de Chihuahua se incrementó en un 868.59 por ciento.
Las respuestas de defensa a este endeudamiento, así como la justificación de la emisión de un nuevo bono de deuda para cubrir necesidades de gasto e inversión, fueron insólitas y sobrecogedoras en cuanto al nivel de cinismo con que se argumentó su financiamiento y la manera con la se asumió plenamente una corresponsabilidad que en todo caso, sólo tendría el titular de la secretaría de finanzas estatales, pero no el nuevo gobierno que de no incrementar considerablemente sus ingresos propios verá serias complicaciones a la mitad de su periodo.
Si los primeros 100 días no han sido significativos en la estructuración de una nueva traza de gobierno, mucho menos lo han sido en seguridad, pues ahora tenemos algo peor, como son los brutales asesinatos contra derecho humanistas. La procuración de justicia y el combate a la impunidad llevan como identificación, hasta ahora de fracaso, los nombres de Marisela Escobedo y Susana Chávez, victimadas brutalmente.
El cambio de denominación a la institución y el mero relevo de su titular, dejando intactas las estructuras de operación anteriores, no son suficientes para concretar la confianza ciudadana y por ende su participación en el combate a la inseguridad. Se requiere romper con el sistema de tapaderas que cobija no sólo errores, sino corrupción e impunidad. Ha resultado rentable en términos de sosegar el reclamo ciudadano, tomar el camino del juicio político en contra de los tres jueces que absolvieron al asesino de Rubí Frayre; pero es perverso no emprender acción en contra de los responsables que durante un año, mantuvieron como prueba única el testimonio brindado a un tercero por el homicida.
Latente el feminicidio al que se le revolvió en la lucha contra el narcotráfico, tiene en el caso de Marisela Escobedo su expresión más brutal y hasta ahora impune a un mes exacto de su asesinato.
Con el asesinato de Susana Chávez, se suman más de 306 mujeres que fueron victimadas durante 2010. Según datos periodísticos, durante los primeros 100 días de gobierno de César Duarte, en el estado de Chihuahua se registraron 950 ejecuciones y más de 4 mil autos robados, un incremento exponencial de asaltos bancarios, robos a mano armada, extorsiones contradicen su compromiso formal de imponer orden en Chihuahua. Así mismo, y aunque aún no se identificaba el cuerpo de Susana Chávez, al día 6 de enero ya se contabilizaban 5 mujeres asesinadas.
Si los medios de comunicación no aceptan la encomienda otorgada por Duarte para hacer el recuento de sus primeras acciones de gobierno, es de esperarse que por lo menos Acción Nacional y el PRD hagan ese escrutinio en el Congreso del Estado, donde tienen la enorme responsabilidad de aportar con su vigilancia y crítica a que se tome el camino correcto. Inconcebible que se siga autorizando la emisión de más deuda.
Ya es hora de que en chihuahua, por lo menos Acción Nacional, asuma su tarea opositora frente a los gobiernos del PRI. Ya quisiera el Presidente Calderón haber contado con la décima parte de la colaboración – por no señalar el caso de la complacencia con la que se actuado localmente -, de la oposición priísta en el Congreso federal.
Por supuesto que no se puede generalizar esa actitud en todos los diputados locales, ni en todos sus dirigentes. Ahí está el caso ni más ni menos de nuestro joven e inteligente líder municipal del PAN en la capital chihuahuense, Miguel Francisco La Torre, asumiendo la tarea que debiéramos esperar del nivel directivo estatal: el seguimiento puntual de las acciones del Gobernador Duarte, su crítica precisa y su consistente y periódica reflexión política.
Dice La Torre en su más reciente comunicado, al evaluar los 100 primeros días del Gobierno estatal: “No vimos una real y profunda depuración del personal de la institución procuradora de justicia ni un combate frontal a la impunidad de quienes desde adentro y afuera del servicio público han sido señalados por haber cometido actividades ilícitas. Durante estos primeros 100 días de gobierno, encontramos a un gobernante estatal con recurrentes desplantes mediáticos perfilados de autoritarismo, con frecuentes intentos de trastocar la autonomía de las instituciones y la sana división de poderes. Así nació su desprecio por las demandas de justicia de la señora Marisela Escobedo, quien terminó siendo una víctima más de la delincuencia y la impunidad; así planteó su demanda a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que aplacara el coraje social sobrepasando los preceptos de la Ley de Amparo. De ese voluntarismo nació una reforma legal que dio efímera vida a la pena vitalicia aplicada por el delito de secuestro y en ese estilo de gobernar se justificó la manipulación de las instituciones públicas como el Poder Judicial, la Comisión Estatal de Derechos Humanos, el Colegio de Bachilleres y la UACH”.
Si bien es cierto que es muy poco tiempo para encontrar obras y acciones deslumbrantes; cien días son suficientes para retomar las riendas del gobierno con responsabilidad y empeño. Para convocar y alentar a la sociedad organizada a sumarse a los esfuerzos en la construcción de mejores condiciones de vida y en lugar de enfrascarse en pronósticos y anticipaciones electorales, es tiempo de que el gobernador comience, ahora sí, a gobernar Chihuahua. Acción Nacional está dispuesto a ayudarlo”. Simplemente certero.