Turquía ya finalizó la edificación de un muro de bloques de cemento de 330 kilómetros de extensión en el límite con Irak y Siria para evitar el paso de combatientes y refugiados, ha informado este sábado la agencia turca de noticias Anadolu, que cita al Estado Mayor General del país.
Ha añadido que un segmento de 191 kilómetros de la construcción, elevada como medida de seguridad, está cercado con alambre de púas.
Asimismo, ha explicado que gracias a las medidas de seguridad adoptadas en 2016 fueron impedidos 57.186 intentos del cruce ilegal de la frontera estatal. La mayoría de esas tentativas fallidas (el 89.5 %) tuvo lugar en la frontera con Siria. Ha agregado que casi 425.000 personas de 74 países diferentes fueron detenidas después de que trataran de cruzar de forma ilegal las fronteras de Turquía.
Al mismo tiempo, se redujo en 7 veces el número de extremistas extranjeros que trataron de cruzar la frontera para unirse al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en comparación con el año 2015.
Turquía anuncia que en cinco meses estará listo el muro de hormigón que levanta en la frontera con Siria para detener el tránsito ilegal.
Turquía, principal ruta de tránsito de combatientes a Siria, tiene más de 900 kilómetros de frontera con el país árabe. Además, desde el comienzo de la crisis siria, Ankara alentó más que nadie la destrucción de Siria mediante la facilitación del traslado de extremistas que buscan derrocar al Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad, según denuncian las autoridades sirias.
De acuerdo con el director de la Inteligencia Nacional de EE.UU., James Clapper, el 60 % de los terroristas extranjeros que entran en Siria pasan por esta zona.
Distintos documentos han revelado desde hace tiempo la implicación de la inteligencia y las autoridades turcas en el traslado de combatientes y suministro de armas, entre otros apoyos a los terroristas que luchan en Siria contra el Gobierno legítimo de Siria.
HispanTV