Mueren casi 6 mil personas al año a causa del asma en México

Algunos pacientes continúan con síntomas a pesar de ser tratados

El curso del padecimiento cambió al indicarse una nueva terapia con tiotropio, fármaco útil contra enfermedad pulmonar

El asma, enfermedad crónica que se caracteriza por inflamación y obstrucción de las vías aéreas a consecuencia de factores de riesgo genéticos y/o ambientales, está, junto con la bronquitis crónica y el efisema pulmonar, entre las principales causas de muerte en el país, con casi 6 mil defunciones al año.

En México es uno de los malestares respiratorios que más afecta a niños, jóvenes y adultos y, aunque normalmente se puede controlar, existen pacientes que continúan con síntomas a pesar de estar en tratamiento. Esta condición clínica se conoce como asma persistente y hasta hace poco no había terapia que mejorara la calidad de vida de estos pacientes.

En conferencia de prensa previa al Día Mundial del Asma, que se conmemorará el próximo 5 de mayo, Francisco Cuevas Schacht, jefe del departamento de Neumología y Cirugía de Tórax del Instituto Nacional de Pediatría, aseveró que esta enfermedad es un problema de salud pública e indicó que en México hasta 12 por ciento de los niños (3 millones) la padece.

La incidencia anual es de 2.78 pacientes por cada mil habitantes. La variabilidad de la incidencia del asma en México se correlaciona de manera inversa con la altitud de cada región, explicó. De acuerdo con datos oficiales, Colima, Tabasco, Chihuahua y Yucatán son las entidades con mayor incidencia de este padecimiento.

El especialista expuso que a escala mundial 300 millones de personas podrían tener asma, pero se estima que en 2025 la cifra se incremente hasta 450 millones.

Subrayó que existen novedosos fármacos que han demostrado eficacia contra otras afecciones, como el tiotropio, que desde hace más de 10 años se utiliza para tratar la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Epoc) y hoy cuenta con una nueva indicación para adultos con diferentes grados de asma.

Acompañado por Carlos Báez Loyola, director de la Clínica de Asma y Alergia del Hospital Médica Sur, comentó que quienes lo padecen manifiestan episodios recurrentes de tos, disnea, sibilancias y dolor torácico.

El neumólogo sostuvo que la enfermedad debe ser atendida de manera integral, reduciendo la exposición a factores desencadenantes o alérgenos, como el pelo de mascotas, polvo casero, cambios de temperatura, contaminación, humo de tabaco, infecciones respiratorias y emociones fuertes (miedo, ira, estrés), además de llevar un tratamiento farmacológico de largo plazo.

La terapia inhalada es piedra angular en el manejo del asma bronquial e incluye el uso de medicamentos de mantenimiento, así como broncodilatadores anticolinérgicos de acción corta como solución de rescate en crisis asmáticas.

Si bien los síntomas son reversibles y pueden controlarse con la terapia habitual, más de 40 por ciento de los pacientes presenta asma persistente, lo que eleva el riesgo de exacerbaciones cuya gravedad, duración y frecuencia varía de una persona a otra. Esta ausencia de respuesta al tratamiento puede deberse a la falta de apego, mal uso del medicamento y comorbilidad alérgica, entre otros factores.

Baez Loyola añadió que hasta hace poco la única forma de ayudar a los pacientes sintomáticos era cambiando el tratamiento o prescribiendo dosis más altas.

El año pasado, agregó, las principales autoridades sanitarias en el mundo cambiaron el curso de la enfermedad al aprobar la nueva indicación de tiotropio, el broncodilatador anticolinérgico de acción prolongada de más prescripción en el mundo, como tratamiento complementario en adultos con asma persistente.

La Jornada