De acuerdo con la inspección de productos químicos de Estocolmo, Suecia, los juguetes sexuales son menos agresivos que los infantiles.
Esto se comprobó tras una investigación en la que de 44 juguetes sexuales analizados, únicamente un vibrador de plástico presentó toxicidad por su parafina de cloro, componente peligroso para el medio ambiente y sospechoso de ser cancerígeno.
“Esta es la primera vez que realizamos este estudio y fue un poco sorprendente”, comentó la inspectora Frida Ramstrom.
Según Ramstrom, los vendedores de accesorios sexuales escogen proveedores respetuosos de las normas sanitarias europeas, lo que no se puede comprobar con respecto a los juguetes para niños.
No obstante, durante la inspección se dio con la presencia de “talatos” en tres juguetes de adultos (dos de imitación de cuero y una cinta adhesiva) con concentraciones superiores a 0,1 por ciento.
Dichas sustancias son permitidas por la Unión Europea debido a que hacen más flexible el plástico, aunque se consideran peligrosos por perturbar el equilibrio hormonal y la fertilidad.
En 2015, la inspección de productos químicos de Estocolmo encontró productos químicos prohibidos en 15 por ciento de los juguetes infantiles y sólo 2 por ciento en los de adultos.
Fuente: SDP Noticias