El presidente Donald Trump giró instrucciones al Departamento de Seguridad Interna y al Departamento de Estado de hacer un reporte sobre “las medidas que están tomando para combatir el turismo de nacimientos”, informó The Washington Post.
Esto se refiere a los casos en los cuales personas que no son ciudadanas estadounidenses llegan a ese país para dar a luz a sus hijos con el fin de que obtengan la ciudadanía, popular queja conservadora a la que expertos migratorios no dan importancia, por considerar el tema un problema menor.
Después de hacer entrar en vigor la orden de de veto a inmigrantes y ocasionar revuelo entre la comunidad al detener a personas con green card y refugiados en aeropuertos de Estados Unidos, la nueva orden contra mujeres no sólo afectará a las madres de familia, sino que al parecer también a migrantes que utilicen demasiados servicios públicos.
Defensores de inmigración reaccionaron indignados ante los documentos en borrador, advirtiendo que, de ser promulgadas, las órdenes ejecutivas podrían perjudicar a ciudadanos estadounidenses que sean hijos de inmigrantes indocumentados y a cuyos padres podría retirarse la asistencia pública.
“Trump ha cargado su Uzi antiinmigrantes y está disparando otra vez”, dijo Angela Maria Kelley, experta migratoria en el Centro por el Progreso Estadounidense, un centro de ideas liberal.
“En esta ocasión está dirigiéndose a niños que son ciudadanos estadounidenses que en la escuela han tenido comidas más reducidas. Resulta asombrosa la profundidad del trastorno y el caos que Trump parece empeñado en provocar en nuestras comunidades”.