Joanna Palani, una joven kurda de nacionalidad danesa de 23 años, que afirma haber matado a más de 100 terroristas del Estado Islámico, relató en una entrevista a ‘The Daily Mail’ cómo es vista como terrorista en Dinamarca y las amenazas por parte de los fanáticos a las que se enfrenta actualmente.
Conocida también como ‘Lady Muerte’, la joven dejó sus estudios en Copenhague (Dinamarca) y huyó de su país cuando tenía 21 años para combatir al Estado Islámico en Siria junto a las filas kurdas. Allí fue entrenada como francotiradora contra objetivos yihadistas y estuvo en la primera línea en diferentes batallas. En 2015, al regresar a su país, el Estado danés le confiscó el pasaporte y le prohibió viajar al extranjero durante un período de un año. Sin embargo, la joven violó esa restricción el pasado verano y regresó a Siria.
“Siento haber tenido que romper la prohibición de viajar pero sentí que no tenía otra opción”, afirmó la mujer. “No esperaba perder casi todo por luchar por la seguridad del mismo país que ahora está tratando de quitarme mi libertad”.
Actualmente Palani podría enfrentar una pena de prisión en Dinamarca por violar la regla de “combatientes extranjeros”, que pretende disuadir a los ciudadanos de ese país escandinavo de luchar junto a grupos terroristas.
“Soy vista como una terrorista por mi propio país”
“Estaba dispuesta a renunciar a mi vida y a mi libertad para impedir el avance del EI, para que todos en Europa puedan estar seguros. Esa fue mi elección. Pero soy vista como una terrorista por mi propio país”, confesó Joanna Palani al medio británico.
Además, la joven contó que aparte de sentirse perseguida por las autoridades danesas, carece de comodidades, tiene problemas financieros y debe vivir bajo las amenazas de los fanáticos. “El Estado Islámico quiere matarme o capturarme para convertirme en una islamista radical o en una esclava sexual”, confesó a ‘The Daily Mail’. Esta afirmación surge luego de que Palani se enterara el pasado mes de diciembre que el EI ofrece a través de las redes sociales una recompensa de un millón de dólares a sus simpatizantes en Europa por matarla.
Sin embargo, la joven no se rinde. “Mis preocupaciones acerca de ser capturada y asesinada no son tan grandes como mi amor por la libertad. Eso es lo que me mantiene animada”, afirmó la joven. “Seguiré intentando mostrarles que soy una mujer libre e independiente. Así los derrotaré”, concluyó.