Mehmet Ilhan, un hombre de 79 años murió luego de una larga lucha contra una enfermedad, muerte que significó mucho para este pequeño canino.
En Bursa, Turquía, se llevó a cabo su funearal al que acudieron familiares y amigos, pero el más adolorido por su partida fue Cesur, un pequeño perro de dos años.
Durante el funeral Cesur no se apartó del féretro y cuando el hombre fue enterrado, su fiel compañero lo acompañó a la tumba.
Cesur fue el último en salir del cementerio.
Nuevo hogar
Ali, el hijo de Mehmet, decidió llevarse al pequeño a su casa
Un día descubrió que el pequeño perro constantemente desaparecía de forma misteriosa.
El hijo de Mehmet lo buscó y encontró al perro en el cementerio, junto a la tumba de Mehmet.
Empleados del cementerio confirmaron que todas las mañanas el can visitaba esa tumba.
Vanguardia
Source: Crealo