La Estatua de la Libertad fue desalojada ayer luego de una amenaza de bomba, lo que obligó a centenares de turistas a salir de la isla en la que está emplazada.
Una persona llamó a los servicios de emergencia y “dijo que iban a volar la Estatua de la Libertad”, de acuerdo con un comunicado del Servicio Nacional de Parques.
Policías federales, incluyendo dos unidades caninas, revisaron el área y los perros detectaron “una zona de interés” en los casilleros en la base de la estatua, indicó la agencia.
No se encontró nada peligroso en el lugar, afirmó el portavoz de la policía de Nueva York, Steve David, pero la unidad de explosivos continuó revisando el área como precaución.
John Blount, un turista de Allentown, Pennsylvania, estaba en la corona de la estatua, platicando con un guardia cuando comenzó el desalojo. “Fue una evacuación muy calmada. Nos subieron a un barco y estuvimos flotando por una hora y media”, dijo.
Excélsior