Noticias de Chihuahua.-
El pasado 15 de marzo, la estudiante de la maestría de Ciencias Forenses de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), Lydia Granados, fue separada, junto a otros cuatro compañeros, de las prácticas periciales que realizaba en el en el Servicio Médico Forense (SEMEFO) sin una notificación previa.
Pese a ser el mejor promedio de su clase y de haber pasado dos años realizando destrezas para las materias de patología forense, victimología y taller de evidencias, la joven fue expulsada “por ser activista social”, según se le explicó.
Granados participa en la agrupación Iniciativa Feminista y en la Asamblea Popular Regional Paso del Norte. Como parte de su activismo, ha denunciado la desaparición de niñas y mujeres en el Estado y es parte activa de las organizaciones que luchan en la ciudad contra el feminicidio y las redes de trata.
Las prácticas que ha realizado en el SEMEFO han sido impecable y no hay justificación académica que explique esta decisión, además ha participado en todos los rastreos ciudadanos de los que ha tomado conocimiento y fue identificada por las autoridades durante la última búsqueda en Arroyo del Navajo, lugar donde familiares de víctimas han encontrado osamentas de mujeres con reporte de desaparición.
Lidya protestó contra esta decisión arbitraria frente a la Fiscalía General del Estado de Chihuahua, donde entregó un pronunciamiento y realizó junto a Iniciativa Feminista, el colectivo Sfondo di Merda y algunos de sus compañeros, un mitin para denunciar su suspensión como represión política y un abuso de poder, “lucho por mí misma así como he luchado en otras ocasiones para que todas las personas desaparecidas vuelvan al mundo social, cuestiono esta decisión autoritaria en mi contra”, afirmó durante la protesta al exigir su reincorporación inmediata.
Source: Local