Una empleada de Ceva Logistics en Wyandotte, Michigan, llamada Kim Pappas de 25 años, ha sido acusada de homicidio premeditado después de inducirse un aborto en el baño del lugar en el que labora.
Sobre los hechos relatan que Kim acudió al baño de su trabajo, se provocó el aborto y utilizó unas tijeras para cortar el cordón umbilical, enseguida metió al bebé en una bolsa.
Sin embargo dos compañeras que fueron al baño inmediatamente se percataron que se encontraba cubierto de sangre, enseguida comenzaron a registrar la oficina siguiendo el rastro de sangre hasta llegar a Kim. Señalan que aparentemente nadie sabía que la mujer se encontraba embarazada.
Al interrogar a Kim sobre la sangre ella intentó ocultar lo ocurrido, sin embargo al abrir uno de los cajones de su oficina encontraron la bolsa plástica que contenía el cuerpo del bebé, mismo que fue declarado muerto en el hospital minutos después.
Las investigaciones indican que el menor estuvo entre 15 y 30 minutos dentro de las bolsas, de acuerdo con el Detroit Free Press. Al principio, Pappas dijo que había sido un aborto involuntario, pero la autopsia describe que el bebé murió por asfixia.
Pappas apareció por videoconferencia en la corte el viernes pasado para ser procesada. Ella se enfrenta a cargos de homicidio doloso, asesinato premeditado y abuso infantil de primer grado, y se le ha negado la libertad bajo fianza.
Agencias