El colesterol elevado en la sangre es un trastorno metabólico, el cual es probable corregir evitando los daños que puede ocasionar en órganos vitales, como el corazón y el cerebro, advirtió la Delegación Estatal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Chihuahua.
A través del área médica refirió que este padecimiento es ocasionado por una deficiente alimentación propiciada por la ingesta de la llamada “comida rápida”, con contenido alto en grasas saturadas y baja en nutrientes saludables.
Destacó que además otro factor que influye decisivamente es la inactividad física, la cual conlleva al sobrepeso y obesidad, con la repercusión en trastornos endocrinos e incremento de riesgo de padecer hipertensión arterial, dislipidemias, diabetes y enfermedad coronaria.
Indicó, además que el factor de riesgo se incrementa si a los hábitos personales se le añade el tabaquismo y los antecedentes familiares de enfermedades crónicas degenerativas.
El colesterol se almacena y estanca en los vasos sanguíneos del cuerpo incluidos el corazón y cerebro. Los niveles de esta grasa pueden ser tan elevados que llegan a afectar la estructura del hígado; el riñón y el páncreas también tienen la probabilidad de sufrir alteraciones.
La mayoría de los casos se presentan en adultos mayores de 40 años;, sin embargo, es cada vez mayor la incidencia en personas menores de 35, por lo que es recomendable modificar los hábitos alimenticios procurando principalmente el consumo de frutas y verduras, reducir la ingesta de carnes rojas sustituyéndolas por pollo y pescado. Es recomendable evitar la comida rápida y la comida “chatarra”.
Otra actividad favorable es el ejercicio, lo cual puede consistir en una simple caminata de 30 minutos diarios, con esto se favorece el metabolismo del cuerpo manteniendo estables los niveles de colesterol. Es importante inculcar desde la niñez la sana alimentación y motivar la actividad física.
El colesterol elevado es un trastorno silencioso que puede manifestarse a través de un infarto al miocardio o al cerebro, así como con el desarrollo de enfermedades como la hipertensión y diabetes.
Por esta razón, el Seguro Social insiste en el cuidado de la salud alimentándose sanamente y acudiendo por lo menos una vez al año a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) de su adscripción, para que el médico familiar valore su estado de salud.
Hay que tener en cuenta que si se tienen antecedentes familiares de alguna de estas enfermedades, el riesgo de padecerla es mayor. En el IMSS le orientarán y, de ser necesario, le recomendarán el mejor tratamiento.