VAYA PRESIÓN A la olla de la sucesión priista la que le metieron el fin de semana las senadoras Lilia Merodio y Graciela Ortiz, con los ingredientes adicionales que le pusieron la participación del director del ISSSTE, José Reyes Baeza Terrazas; el mensaje del funcionario del CEN tricolor, Christopher James Barousse, y la aparición en escena del que fuera uno de los duartistas de hueso colorado, Joel Sandoval Tarín, primo del hoy recluso del Cereso de Aquiles Serdán, Toño Tarín.
Pero esta revoltura, aunque no parezca, tiene pies y cabeza. Todo inicia con el coraje marca ACME que hizo la senadora Merodio con su colega legisladora, Chela Ortiz y con el ex gobernador Baeza Terrazas, pues ante propios y extraños la joven política juarense aseguró que los de colmillo retorcido le jugaron chueco en eso de sacarle de la bolsa el nombre de Omar Bazán como su gallo para dirigir el Comité Estatal de la familia revolucionaria, algo que con ella no se pactó ni mucho menos. Y es que Lilia Merodio, cuando oyó pasos en la azotea, sacó de la chistera el nombre del mozuelo Ricardo Boone, para medir la reacción de la dupla Baeza/Ortiz, y ante la insistencia de éstos dos, el fin de semana doña Lilia aventó a un lado a Boone y dijo que ella mera sería la que encabezaría la intifada para ser la presidenta del PRI estatal.
Salieron, como por arte de magia, las alianza$$$ de Merodio con varios alcaldes y ex alcaldes, como los de Julimes, Rosales y Guerrero; así como la aparición de Joel Sandoval, quienes armaron en dos patadas un encuentro de los grillos con la senadora para que se supiera que iban por todas las canicas. El problema no fue la comida o la juntación, como dicen los chavos de hoy, sino que el lugar donde se realizó fue ni más ni menos que en el domicilio paterno de Christopher James Barousse (“C. 9ª #2808, entre Terrazas y 20 de Noviembre a las 2 en punto”, decía la oficial convocatoria).
Dicen los malosos que cuando se enteró el delegado del CEN, Fernando Moreno Peña, que un miembro de la dirigencia nacional ya había tomado partido dentro del partido, es cuando la preocupación subió de tono, pues el pleito entre las senadoras y el director del ISSSTE, así como la reaparición del duartismo en respaldo a una de las aspirantes por medio de quien se encuentra bajo el tufo de la corrupción campeante del pasado sexenio, no fue tan grave como el patrocinio de uno que sí está oficialmente en la cúpula partidista.
Esto hizo palidecer, a decir de los enterados, la forma en que Merodio quiso alinear a los que andan desatados por la dirigencia estatal, pues el viernes pasado muy temprano citó en la comodidad del hotel Sheraton, a Maurilio Ochoa, Heliodoro Araiza, Fermín Ordóñez, entre otros.
Merodio estaba escoltada por el líder de las juventudes tricolores, Enrique Rascón, lo que confirmaba la sumatoria sin cortapisas de James Barousse. El ofrecimiento a los convocados fue el mismo: la Secretaría General para un varón de Chihuahua capital. La respuesta fue un rotundo “no”, mientras que el marquismo representado por Heliodoro Araiza tendría estos días su cónclave particular para saber los pasos a seguir en esta vorágine tricolor.
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COMO ERA DE esperarse, el ex gobernador César Duarte no se apareció en los juzgados federales para encarar la denuncia que pesa en la FEPADE por desviar 14 millones de pesos del erario público hacia el PRI Estatal, pero tampoco se dejó ver la coordinadora de la bancada priista en el Congreso local, Karina Velázquez, quien al momento del presunto desvío fungía como jefa del CDE, así como tampoco acudió el ex coordinador administrativo de la Secretaría de Hacienda, Arturo Dozal y aunque quisiera, tampoco Gerardo Villegas, ex director de Administración de dicha dependencia, quien actualmente se encuentra preso, por lo que en una de esas y sea Dozal el próximo detenido, pero ahora por agentes de la PGR y no por los chicos del fiscal César Peniche, mientras que a Karina le sirve bastante el fuero.
Lo que es un hecho es que mañana a las 9 am en los juzgados federales, la novela que protagonizan la FEPADE y los duartistas continuará, pues será la audiencia de vinculación a proceso de los cuatro imputados el pasado viernes, entre los que destacan el ex secretario de Finanzas del PRI Estatal, Pedro Mauli Romero y el ex secre de Hacienda, Jaime Herrera Corral.
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POR CIERTO QUE los malosos de las alturas y que se desenvuelven el centro del país, afirman que la distancia que ha tomado el gobierno federal y el CEN del PRI de la figura del ex gobernador César Duarte, no augura para nada buenas noticias al ballezano, quien poco a poco se ha quedado solo y desde Los Pinos ya dieron rienda suelta para que sea detenido y procesado por no sólo desfalcar las arcas de Chihuahua, sino porque entre sus chanchuyos, está más que embarrado el priismo de las altas esferas, tan es así que para comenzar la limpia de cara al 2018 y con el objetivo de también desempañar, aunque sea un poco, el presunto fraude electoral en Coahuila y la raquítica victoria de Alfredo Del Mazo en el Estado de México, desde la Residencia Oficial se estaría gestando el arresto del otrora consentido del régimen, cuyos ex colaboradores siguen cayendo como fichas de dominó.
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SEMANA CRUCIAL PARA la reestructuración de la deuda pública es la que se vivirá en el Congreso local, y es que tras las comparecencias del secretario de Hacienda, Arturo Fuentes Vélez, poco o nulo fue el avance que obtuvo el Gobierno del Estado ante los diputados, tanto propios como de oposición, para que acepten y levanten la mano en la aprobación de los más de 20 mil millones de pesos que solicitarán para pagar la deuda pública con bancos y así ahorrarse 300 meloncitos anuales en cuestión de intereses, además, la diplomacia tendrá que llegar directamente desde Palacio en voz del secretario General de Gobierno, César Jáuregui Robles, quien además de tejer acuerdos con los dipus azules y de los nanopartidos para aprobar la petición del préstamo, también deberá irlos convenciendo para que se mochen con su voto en la iniciativa que arribó el jueves pasado a la Oficialía de Partes, la cual sería el inicio de la reestructuración de las bursatilizaciones carreteras, pues con ella, el gobernador Javier Corral pretende quitarles las concesiones de 10 tramos a la empresa Fibra Estatal, esa que huele a PRI, a Duarte y hasta a don Plutarco.
Source: Columna