Juan Carlos Osorio volvió a mostrar una gran calentura. Insatisfecho con la cuarteta arbitral durante gran parte del juego, el entrenador vio desde el vestidor los últimos minutos porque no fue revisada la jugada del minuto 118, cuando Héctor Moreno pareció sufrir un empujón que habría ameritado penal, informó Mediotiempo.
La banca mexicana explotó en reclamos, pero fue el estratega quien tuvo que ser contenido por Alfredo Talavera para que sus exigencias contra el asistente no pasaran a mayores. Desde antes, el colombiano le había aplaudido al hombre de la bandera como pidiéndole que se pusiera a trabajar.
Un par de decisiones que no le gustaron lo empezaron a encender. “¡Please, please!”, le reclamaba el cuarto oficial al timonel para que le bajara a su enojo. Sin embargo, el partido terminó con él en el vestuario pero al menos con jugadores agradecidos.
El “¡México, México!” que se escuchó fuerte en muchos momentos del partido hicieron del Tricolor el equipo consentido por la afición rusa, a quien los seleccionados aztecas saludaron antes de retirarse tras la derrota.
Los más de 42 mil espectadores que llenaron el Spartak Stadium coincidieron con el Tri porque abuchearon fuerte al árbitro Abdulah Al Shalwai cuando recibió su medalla por participar en la premiación a Portugal.
La misma estuvo presidida por el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, quien inmediatamente tras este juego volaría a la final en San Petersburgo, y escoltado por dirigentes como Víctor Montagliani, titular de Concacaf, y el mexicano Guillermo Cantú, secretario general de la Federación Mexicana de Futbol que debió estrechar la mano de los ganadores portugueses.
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