Des-gobierno apático-Ring tricolor-Exigencias legislativas

OTRA MASACRE EN un bar, otro agente caído en cumplimiento de su deber, otra noche de psicosis en la ciudad y también, para no desentonar de la cotidiana realidad, otro desaire del gobernador Javier Corral hacia los medios que pretendían saber su opinión y el avance de las investigaciones respecto al caso que, como en los últimos meses, se convirtió en un ataque más a la nula seguridad y a demostrar que el sonido de las balas es el pan nuestro de cada día, donde el nuevo amanecer se ha tornado rojo y también apático, ante el sufrimiento y la angustia de los ciudadanos que observan cómo Chihuahua se revuelve entre el necrocapitalismo y el desprecio político de los gobernantes hacia sus gobernados.

Lo que también indigna es que a más de un día y medio de ocurrida la masacre en el bar LTS, el góber de la esperanza no ha dicho esta boca es mía, ni delante de las cámaras y los micrófonos, pero tampoco en su espacio favorito, su perfil de Facebook, sin embargo, lo que no soltó fue la raqueta de tenis que al parecer ya cambió por el palo de golf, cuestión que exhibieron en redes sociales y que se viralizó de inmediato, pues mientras los deudos de los guardias de seguridad del antro y de la Policía Vial lloraban a sus muertos, el gobernador le sacaba brillo a la cancha donde se juega el deporte blanco. Además, como de nueva cuenta una tragedia ocurre en fin de semana y sus bots también descansan, al mandatario le tupieron en redes sociales y ahora sí que no hubo quién lo defendiera.

Pero en los últimos cinco días no sólo la masacre en el Ortiz Mena disparó la narcoviolencia, sino que la purga comenzó desde el miércoles en Ciudad Juárez y se extendió a la capital y también a Parral, dejando una estela de muerte que para nada inmuta al góber que hace un año celebraba y prometía un Chihuahua nuevo, sin el vulgar ladrón y sus secuaces, quien se ha de estar riendo desde su guarida cómo es que a su inquisidor mayor se le salió de control el estado en unos cuantos meses.

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Y PARA ACABARLA de amolar, los malosos nos comentan que algunos ciudadanos se han quejado no de las acciones del gobernador Javier Corral precisamente, sino de sus colaboradores, sobre todo de gente con espacios de segundo y tercer nivel al interior de la Secretaría de Desarrollo Social en donde despacha Víctor Quintana, el ex perredista y ex líder de MORENA que hoy chambea codo a codo con el góber emanado del PAN, así que según los más enterados, los que anda dejando mal parado al mandatario no es ni siquiera la raza panista, sino los izquierdosos que llegaron a su gabinete a través de la mentada Alianza Ciudadana.

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ENTRE QUE LA renovación de la dirigencia del PRI Estatal se ha convertido en un verdadero ring, con todo y los guantes puestos, el delegado del CEN, Fernando Moreno Peña, saldrá hoy a cuadro para intentar arbitrar los dimes y diretes entre los actores políticos que pretenden la silla de Memo Dowell, pero sobre todo, a defenderse él mismo de los trancazos mediáticos que le han asestado cuatro de los aspirantes: la senadora Lilia Merodio; los ex funcionarios estatales Miguel Ángel González y Pablo Espinoza, así como el ex jefe policíaco municipal, Heliodoro Araiza, no así Fermín Ordóñez, quien se ha conducido con diplomacia ante lo que los demás llaman un “lineazo” del CEN hacia Omar Bazán, líder estatal de la Fundación Colosio.

Además, el encuentro con los medios de comunicación también servirá para tocar el tema de la Notaría de Memo Dowell, todavía líder de los priistas, a quien por cuestiones legales de licencias y demás, el Gobierno del Estado lo dejó sin la suya.

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PERO RETOMANDO LA grilla de la sucesión tricolor, la que se volvió a ir duro y a la cabeza, sin pelos en la lengua y a sabiendas que le podría salir muy caro, es la senadora Lilia Merodio, la cual exigió la renuncia de Enrique Ochoa Reza, máximo líder nacional del PRI, al cual acusa de operar, en conjunto con el delegado del CEN, Fernando Moreno Peña, así como con el ex gobernador Reyes Baeza y la senadora Chela Ortiz, el encumbramiento de Omar Bazán como nuevo dirigente de la familia revolucionaria, así que este fin de semana, las formas en el PRI, que ya quedaban pocas, definitivamente ya las desaparecieron.

 

 

 


Source: Columna