Aquí la solución para hacer lo que NO quieres hacer pero tienes qué…

Hay días en los que te levantas y sientes que la flojera te invade, no tienes ganas de hacer todas esas cosas pendientes que sabes que tienes que hacerlas quieras o no, ya sea porque tu trabajo depende de ello, o simplemente porque es un compromiso adquirido del que no puedes zafarte.

Todos nos hemos resistido a completar estos trabajos y elegimos la aventura o darle la vuelta a las cosas hasta que se acumulan, el problema con esto es que nuestra productividad disminuye, así que aquí algunos consejos importantes para sacudirte la flojera y comenzar a trabajar:

Cada trabajo excitante incluye tareas tediosas, eso es inevitable.

Independientemente de cómo tus pendientes te haga sentir, tienes que hacerlas. Tener una visión negativa de tus deberes solamente te prepara para el fracaso. En lugar de pensar en ellos con desdén, recurre a ellos con gratitud. Incluso las tareas más emocionantes vienen con una cierta cantidad de equipaje complejo.

Para realizar las tareas que no tienes ganas de hacer, crea estrategias.

Para empezar, el establecimiento de una lista de tareas pendientes y agrupar elementos similares, te hará menos pesadas las cosas. Toma cinco minutos para recargar tu pila y seguir adelante, trabaja en intervalos de 25 minutos y toma un descanso de 20, de esta manera pasarás alrededor del 75% de tu tiempo en la tarea y el 25% descansando.

Realiza tareas de rutina automática.

Si eres de los acumuladores de mails, desvía tus mensajes de correo electrónico a una dirección única. La mayoría de servicios de correo electrónico también te dan la opción de configurar filtros para ordenar automáticamente los mensajes.

Realiza tareas con un horario.

Puede ser complejo distribuir las tareas por tiempo; pero al hacerlo, tu día estará más organizado y sentirás menos presión y flojera.

Haz las cosas que requieren mayor esfuerzo en primer lugar.

Comienza con lo más pesado al despertar, que es cuando tienes más energía…

Pilón: Pide ayuda cuando sea necesario.

Dependiendo de tu posición, es posible que puedas obtener ayuda adicional con esas tareas. A menudo es menos costoso tener un ayudante con experiencia, que hacer las cosas con prisa y mal.

La postergación de las tareas sólo agrava la cantidad de tiempo que necesitas para hacerlas más tarde. Haz las cosas de manera positiva y sentirás que todo fluye mejor.

Fuente: SDP Noticias


Source: Crealo