YA CON EL dictamen armado y amalgamados los cambios que supuestamente exigió la oposición, hoy se subirá al Pleno del Legislativo la intención del gobierno estatal de aprobar una deuda multimillonaria para reestructurar 10 créditos bancarios que ascienden a más de 20 mil millones de pesos, y que según los argumentos del panismo y de la administración que encabeza Javier Corral, se trata de un refinanciamiento encaminado a ahorrar millones de chelines, y no de una nueva deuda para incrementar el actual pasivo de Chihuahua con los bancos.
Pero mientras sean peras o manzanas, lo que sí es un hecho es que este día significará un parte aguas entre la relación del góber con la oposición, ya que se sabrá realmente si pudo hacer política con los tricolores y turquesas para abrirle paso al refinanciamiento. Hasta anoche el PRI sostenía un rotundo “no” a la contratación de la deuda por parte del Estado, ya que el Dictamen aprobado en la Comisión de Hacienda permitirá a la administración estatal que pacte con algún banco un nuevo crédito a 27 años, el cual podrá acomodarse para que los primeros cuatro años del mismo (el resto del gobierno corralista) se realicen cómodos abonitos que le darían por lógica una amplia liquidez al Nuevo Amanecer, pero a partir del año quinto (el próximo Gobierno) el agua le llegará hasta el cuello al Estado y no podrá hacer más que “gluglú”.
Por consiguiente, a decir de los tricolores, Corral y su gobierno buscan tener un nuevo crédito que no les represente un fuerte compromiso de pago mes a mes, lo que les contar con dinero fresco para usarlo en acciones que, se plasma en el propio Dictamen, no se inyectará a los Municipios como se tenía pactado verbalmente con los mandones de la familia revolucionaria, sino que se irá directito al gasto de inversión que a criterio unilateral del Nuevo Amanecer determine la Secretaría de Hacienda.
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HOY ES EL día de la verdad y el ábaco legislativo tendrá que salir a relucir en la sesión del Pleno en el Congreso del Estado, pues si las cuentas les dan y si la grilla de terciopelo que armó el gobernador es válida, la supuesta deuda disfrazada de refinanciamiento saldría a flote, raspadona, pero avante para que la Secretaría de Hacienda pueda operar los próximos cuatro años, ya que para la aprobación se requieren 2 terceras partes de los asistentes a la sesión, los cuales se pretende obtener de la siguiente manera: 16 votos del PAN; tres del PANAL que más adelante en estas líneas explicaremos el por qué; uno de Movimiento Ciudadano y otro del PES para dar 21 sufragios a favor, que necesariamente requerían de la inasistencia de alguna diputada del PRI, PT, Morena o PRD para alcanzar los deseados dos tercios de los asistentes, ya que de encontrarse los 33 en el Pleno a la hora de la votación, al gobierno del Nuevo Amanecer le estaría faltando un votito. El caso es que quien llegue a faltar sería tanto como materializar un pacto político más allá de las ideologías. ¿Será?
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POR CIERTO QUE esos pactos oscuros de los que tanto renegaba el gobernador Javier Corral y que fueron la constante de los gobiernos priístas, tuvieron que regresar a la escena local, porque de otra forma la nueva deuda con cara de restructuración no se hubiera concretado.
El amarre tras bambalinas lo hizo el propio Corral el pasado viernes en un desayuno privado con los tres diputados integrantes del Partido Nueva Alianza que comanda René Frías.
El acuerdo que se alcanzó, nos dicen los malosos que supieron del mismo, es que el Nuevo Amanecer concederá posiciones en su Administración a los intereses del magisterio de las Secciones 8 y 42, así como ceder la cabeza del cuestionado Manuel Arias en los Servicios Educativos del Estado de Chihuahua.
Ahora se entienden los motivos de Pablo Cuarón, secretario de Educación, por mantener más que contentos a los “profes” el pasado fin de semana, porque están a un tris de obtener el apoyo del SNTE para sacar adelante esos 20 mil millones de morlacos para comprar oxígeno puro que les deje respirar con tranquilidad los próximos cuatro años, aún y cuando dejen más que ahogados a los que llegarán en el 2021.
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LOS MALOSOS NOS comentan que el buen humor que ha caracterizado al gobernador Javier Corral en los últimos días, no sólo obedece al buen puerto al que podría llegar el refinanciamiento de la deuda, sino que lo concretado la semana pasada durante su visita a la Ciudad de México y en donde solicitó a la PGR la extradición de César Duarte de los Estados Unidos, es lo que también puso feliz al mandatario estatal, a pesar de que se trató de una bomba que no explotó en su momento, y es que según los más enterados, la salida a medios nacionales de parte del góber estuvo consensuada con el presidente Enrique Peña Nieto, quien le prometió coadyuvar en todo lo necesario para detener al ex góber priista, acusado de chorrocientos mil actos de corrupción.
Sin embargo, como en la política todo tiene un precio, desde las alturas le pidieron a Javier Corral no exhibir en las chuecuras de Duarte a los funcionarios federales involucrados, que van desde grillos de altos vuelos hasta los no tanto, pero que empañarían aún más el nombre del PRI a unos meses de la elección mayor, esa que viene con la renovación de la Presidencia de la República y en la que el presidente Peña Nieto todavía está esperanzado en ceder a uno de los suyos.
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Y PARA CONCLUIR con el gobernador Javier Corral y sus andanzas la semana pasada en la Ciudad de México, los malosos nos cuentan que después de su reunión con los diputados federales chihuahuitas de todos los colores y sabores, en donde se logró un acuerdo en la búsqueda de billullos, el mandón de Palacio se reunió largo y tendido con el legislador priista, Alex Domínguez, quien después del encuentro con todos los dipus le pidió cinco minutos al góber, pero éste le dio más de 40, lo que incluso provocó que los demás legisladores del PRI tuvieran que esperar a Alejandro, el cual y por cierto, anda con todo en la promoción de su segundo informe de actividades como diputado federal.
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YA QUE MENCIONAMOS a los diputados cuya oficina está allá en el Congreso de la Unión, quien también buscará reunirse con ellos, desde priistas, panistas, verdes y la única amarilla, es el alcalde de Juárez, Armando Cabada, pues la intención es la misma que la del gobernador Javier Corral, que los legisladores federales se pongan la del Puebla y también le rasquen al presupuesto para que bajen más recursos para la fronteriza ciudad, a sabiendas que la mayoría de los dipus de Chihuahua que nos representan en San Lázaro, son oriundos de Juárez.
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BIEN DICE QUE lo que mal empieza, mal acaba, así que la ocurrencia de las cúpulas nacionales del PAN, PRD y MC, encabezadas por Ricardo Anaya, Alejandra Barrales y Dante Delgado, respectivamente, en el sentido de registrarse como Frente Amplio Opositor para poder hacerle el caldo gordo al PRI y a MORENA, está afectando a los partidos ya mencionados en los estados, tal es el caso de Chihuahua, en donde los malosos señalan que podría desatarse una desbandada de amarillos en caso de que el perredismo estatal decida aliarse con los azulados, con la intención puesta en sumarse a las filas del partido de Andrés Manuel López Obrador. Nada perdidos ellos.
Source: Columna