VAYA, VAYA, TAL parece que el amague de la consejera de la Judicatura Estatal, Lucha Castro, de denunciar violencia política en su contra por parte de los medios de comunicación, a los cuales acusa de golpeteó por el simple hecho de ser mujer, y no necesariamente por su actitudes de autoritarismo y egolatría en el puesto que desempeña, desde donde ha buscado imponerse como máxima líder del Poder Judicial, molestó a más de uno que se desempeña al interior del Tribunal Superior de Justicia, en donde varios ya le ponen las cruces debido a su necedad de pasar por encima del presidente del TSJ, Julio César Jiménez Castro.
Resulta y acontece que la actual consejera y otrora activista social, a decir de los malosos, decidió colgarse de la visita del titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales, Santiago Nieto, quien hasta ese momento desconocía de su caso, sin embargo, la versión oficial afirmaba que se trató de una atención casi especial para Lucha Castro, lo que significa que se colgó del esfuerzo y la amistad de otros miembros del Tribunal con el fiscal, para entonces sí y sólo así, plantearle que estaba siendo víctima de violencia política.
Lo cierto es de nueva cuenta y según nos cuentan los más enterados, las actitudes de la otrora activista y actual consejera de la Judicatura, ha despertado más que molestia al interior del Poder Judicial, incluso se dice que se le vienen demandas laborales, por todos aquellos que despidió sin motivo aparente, apenas y fue encumbrada en el puesto por el gobernador Javier Corral.
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HABLANDO DE JUSTICIA y de victimización, tremendo lío en el que se ha metido el gobernador Javier Corral ante la opinión pública, esa que al final tiene la última palabra en las urnas, sino que le pregunten a su antecesor en Palacio, César Duarte, y al PRI en general el año pasado, y es que para nada ha agradado a los familiares de las víctimas de masacres recientes, la actitud del gobierno estatal y de su Fiscalía General, al señalar que la población civil está a salvo y que si la violencia ha aumentado es porque se están matando entre ellos, es decir, entre miembros del crimen organizado, discurso oficial que ha puesto en tela de duda la calidad moral de los asesinados, pues si bien cierto algunos sí están involucrados con el narcotráfico, otros tantos han sido víctimas de la creciente inseguridad y de estar en el lugar equivocado.
Ya le ocurrió algo similar al ex presidente de México, Felipe Calderón, cuando sin estar seguro y como parte del discurso oficialista de la “narcoguerra”, afirmó en enero del 2010 que los 16 masacrados en Villas de Salvárcar eran pandilleros o narcomenudistas, cuando la realidad fue una muy distinta que terminó por marcar gran parte de su sexenio.
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Y PARA MUESTRA de que la ilusión y la esperanza con las que fue recibido el gobernador Javier Corral hace exactamente un año, cuando rindió protesta como mandatario estatal, ya no es ni la mitad del optimismo que sentía la población chihuahuense, fue la Carrea Kórima Comparte que se realizó el domingo pasado, pues además de que no se logró conseguir los cuatro mil corredores que se esperaban, los casi dos mil que sí se registraron, eran ni más ni menos que burócratas casi casi obligados a asistir, así como estudiantes y familiares de la raza que jala en Gobierno del Estado, ya que prácticamente ningún ciudadano sin vínculo político decidió sacrificar su mañana dominguera para compartirla con el gobernador.
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TREMENDA PSICOSIS QUE se vivió ayer por la tarde entre los pobladores de Creel, en el municipio de Bocoyna, luego de que casi casi se declarara un toque de queda en la localidad, pues según trascendió, grupos criminales se enfrentarían en el poblado, uno de los más turísticos de la Sierra Tarahumara, como venganza por el tiroteo registrado en San Juanito apenas el domingo pasado, además, corrió el rumor de que podría cancelarse la celebración del festival “Oktober Creel”, ante los constantes hechos de violencia en esa región del estado. ¿Será?
Source: Columna