Stephen Curry es el nuevo rey de la NBA, el mejor jugador de la campaña, el líder del equipo que más victorias consiguió en la temporada regular (67) y que, de momento, cuenta por victorias cada uno de los partidos que ha disputado en los ‘playoffs’: 4-0 contra Nueva Orleans y 1-0 en su recién iniciada semifinal de la Conferencia Oeste contra los Memphis Grizzlies.
Curry recibió el premio MVP al mejor jugador de la temporada tras ser elegido en el primer puesto por 100 de los 130 periodistas que participaron en la votación. Obtuvo 1.198 puntos y se impuso a James Harden, su máximo rival tal como apuntaban todos los pronósticos.
El barbudo alero de los Houston Rockets recibió 936 puntos, mientras que LeBron James (Cleveland) fue tercero con 552, Russell Westbrook (Oklahoma), cuarto, con 352, y Anthony Davis (Nueva Orleans), quinto, con 203.
Curry, de 27 años, ha ayudado al éxito de su equipo con unos promedios de 23,8 puntos (el sexto en la NBA), 7,7 asistencias (también el sexto), 2 robos de balón y 4,3 rebotes. Totalizó 286 triples y rompió el récord de la NBA en una temporada, que él mismo poseía con 272 desde la temporada 2012-2013. Sucede en el historial del prestigioso premio a Kevin Durant (2014), LeBron James (2013 y 2012) y Derrick Rose (2011).
Stephen es el hijo de Dell Curry, jugador de la NBA desde 1986 hasta 2002. Dell destacó especialmente durante su época con los Charlotte Hornets, equipo con el que fue elegido el Sexto Mejor Hombre de la Liga en 1994.
También se distinguió por su eficacia en el tiro. Lo demuestra que fuera el que tuvo el mejor porcentaje de triples en 1999 (47,6%). La madre de Stephen, Sonya, fue jugadora de voleibol. Su hermano Seth, de 25 años, también juega en la NBA, aunque su participación ha sido casi testimonial. Solo ha disputado unos minutos en un par de encuentros con los Phoenix Suns.
Stephen nació en Akron, Ohio, la misma ciudad que LeBron James, aunque creció en Charlotte, donde su padre hacía carrera en la NBA. Base de 1,91 metros y 86 kilos, sobresalió con la Universidad de Davidson. En 2009 fue elegido por Golden State en la séptima plaza de un ‘draft’ en el que coincidió con Blake Griffin, James Harden, Tyreke Evans, DeMar DeRozan, Taj Gibson, Ricky Rubio y Sergio Llull, entre otros.
Debutó en la NBA en 2009 y desde entonces siempre ha sido titular. Sufrió muchos problemas de lesiones, especialmente en la temporada 2011-2012, en la que solo pudo disputar 26 partidos. Las dos últimas temporadas se ha erigido en uno de los jugadores más espectaculares y efectivos de la Liga y en ambas ha sido All Star. Ganó las medallas de oro de los Mundiales de Turquía en 2010 y de España en 2014 con la selección de Estados Unidos.
Mark Price, base de los Cleveland Cavaliers desde 1986 y que también jugó en Golden State antes de retirarse en Orlando en 1998, explica: “Cuando yo estaba en la Liga, los bases eran juzgados por su habilidad para llevar el ritmo del juego y para pasar el balón, no necesariamente para anotar.
Después llegaron jugadores como Tim Hardaway, Kevin Johnson o Gary Payton, que cambiaron esa situación. Y ahora, muchos bases son grandísimos anotadores. Stephen es el número uno en este sentido. Es tan buen anotador que obliga a las defensas rivales a focalizar muchos esfuerzos en su marcaje y eso hace mucho más fácil el juego para sus compañeros”.
“Es asombroso. Me ha ayudado a crecer en mi juego. Jugamos mejor juntos. Ha sido maravilloso verle cómo se convierte en el jugador franquicia. He visto lo duro que ha trabajo y la humildad con la que juega”, cuenta su compañero Klay Thompson, con el que consiguió el récord de triples de un dúo en una temporada, 484 en la 2013-2014. La prensa los bautizó como los ‘Splash Brothers’.
David Lee, otro de sus compañeros en los Warriors, se refiere a las críticas que recibió Curry a causa de su supuesta fragilidad física y sus problemas con las lesiones. “Estoy de acuerdo en que fue muy duro para él, porque uno no puede controlar muchas de las lesiones que sufre.
Ahora se puede ver cómo ha evolucionado y, sobre todo, que no ha dejado que aquellas lesiones le afectaran. Siempre mantiene una confianza y una fe absolutas, y eso le ha permitido completar dos temporadas fantásticas”.
Gregg Popovich, el entrenador de San Antonio Spurs, opina: “Ha ganado en confianza y ha mejorado en lo físico. Conoce mejor los espacios y lleva el juego hacia donde él desea en la cancha. También ha mejorado en el liderazgo y en el conocimiento del juego. Es capaz de pedirles un poco más a sus compañeros”.
Damien Lillard, base de los Portland Trail Blazers, le piropea: “Maneja de forma espléndida el balón. Pero por encima de cualquiera de las cosas que hace, es capaz de brillar con su capacidad para buscarse espacios y anotar. Tira tan bien que es imprevisible, porque además es capaz de pasar en el último momento. Es un gran base y un gran tirador. Es muy difícil defenderle, especialmente si puede manejar el balón como lo hace”.
El País