Daniele Watts, conocida por su trabajo en la película Django Unchained, no refutó las acusaciones de perturbar la paz pública y deberá disculparse ante los policías de Los Ángeles, a los que acusó de racistas por haberla detenido en 2014.
La actriz de 29 años y su esposo Brian James Lucas fueron arrestados el 11 de septiembre del año pasado cuando un ciudadano denunció que una pareja mantenía relaciones sexuales con la puerta abierta del automóvil en la vía pública.
Watts, que dio vida a Coco en la cinta de Quentin Tarantino, dijo a los agentes que “no estaban haciendo nada” y aseguró que la situación fue por un tema racial, “porque ella en negra y su novio es blanco”.
“Mientras estaba sentada en la parte de atrás de la patrulla, me acordé de las innumerables veces en que mi padre llegó a casa frustrado o humillado por la policía sin haber hecho nada malo”, escribió Watts en su cuenta de Facebook.
Con el gesto de la artista, las autoridades aceptaron retirar los cargos de acto lascivo en público contra ambos, que les hubiesen podido costar hasta seis meses de cárcel y una multa de mil dólares si eran declarados culpables.
Excélsior