Las llamadas enfermedades crónico degenerativas, asociadas a adicciones como el tabaco, provocan mayor presencia de enfermedades en personas menores de 40 años.
La integrante de la Sociedad Americana de Especialistas de Retina, Ximena Mira Lorenzo, recordó que hace apenas unos cuantos años, enfermedades como la degeneración macular afectaba a personas mayores de 60 años, pero en la actualidad se reportan numerosos casos entre los 40 y 45 años.
En rueda de prensa, dijo que la degeneración de la mácula es común en la tercera edad; sin embargo, su presencia en personas económicamente activas está asociada con adicciones y enfermedades como el sobrepeso, hipertensión, colesterol o triglicéridos elevados.
Aceptó que no existen “estadísticas certeras sobre el número de casos en el país, pero estimó que el número podría superar los 3.7 millones de personas con patología, aunque en 80 por ciento de los casos se puede evitar o curar”.
La mácula, detalló, está localizada en la parte posterior del ojo y es la encargada de la visión central, que permite la visibilidad con claridad.
En una persona con esta enfermedad incapacitante, “la mácula se debilita causando una pérdida de visión que progresa rápidamente por la formación de nuevos vasos sanguíneos anormales, los cuales, al romperse causan hemorragias que podrían llevar a una pérdida de visión repentina en uno o ambos ojos”.
Esa degeneración, continuó, hace que las actividades cotidianas sean difíciles y, en algunos casos, depender de una tercera persona para leer, reconocer caras, ver televisión, subir y bajar escaleras e incluso, se deja de conducir.
El padecimiento genera, desde luego, que los afectados tengan severos problemas para efectuar operaciones financieras, del teléfono celular, realizar un trabajo manual, ir de compras e incluso preparar los alimentos.
Las señales de alerta, subrayó, son nubosidad o aparente ondulación de los objetos. A medida que la afección avanza se convierte en una mancha que dificulta la visión central, por lo que todo se ve borroso, apuntó.
Es importante detectar y prevenir esa enfermedad a tiempo, con nuevas propuestas farmacológicas de última generación, que pueden evitar el avance de la dolencia y preservar la visión, “estabilizando la enfermedad y previniendo el deterioro macular”.
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