Los “fuegos” son heridas ulcerosas que aparecen generalmente en los labios y resultan muy dolorosas, informó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) delegación Chihuahua.
Explicó que la baja de defensas en el sistema inmunitario del cuerpo, el estrés, exponerse al sol, y la mala alimentación, son algunos de los factores que pueden propiciar la aparición de estas lesiones, que aunque no suele ser algo grave, si es muy doloroso y molesto tener uno de ellos, además de antiestético.
Afirmó que las heridas labiales son causadas por la reactivación de una infección crónica a causa del virus del herpes, que permanece latente hasta que se produce alguna situación que desencadena un estado de inmunosupresión.
Inicialmente la persona comienza con una sensación de comezón o inflamación en el área alrededor de la boca, y unas horas después aparece la lesión con aspecto de ampolla y se va llenando de líquido hasta reventar y dejar expuesta una pequeña ulcera.
El virus del herpes aunque permanece toda la vida en el cuerpo de las personas, solo se manifiesta en algunas ocasiones. Es fácilmente contagioso, pero no todas las personas que lo adquieren, presentan las molestias porque, es necesario reunir ciertas condiciones, para que las lesiones aparezcan.
Es recomendable que quien presente un fuego labial evite dar besos, porque el contacto de esa área con la piel de otra persona, podría generar el contagio.
Para evitar la aparición de las lesiones, es necesario llevar una buena alimentación que permita mantener en buen nivel el estado inmunológico de las personas, y acudir a consulta para que les indiquen el tratamiento a seguir en caso de que se presente una lesión.
Es muy importante no aplicar remedios caseros ni ungüentos hechos en casa, porque lo único que hacen es lesionar la piel además de que pueden infectar la lesión o hacer más fuerte al virus, y en la siguiente aparición de un fuego, este podría ser mayor.
El Seguro Social exhorta a los derechohabientes para que en caso de que se presenten lesiones de este tipo, acudan a su Unidad de Medicina Familiar (UMF) que les corresponda para que el médico familiar les indique el tratamiento que requieren para aliviar las molestias.