Todos los mamíferos —el hombre incluido— sienten placer y dolor, coincidieron participantes del Primer Congreso La Bioética y los Animales, realizado en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM.
Bajo esta premisa, Paulina Rivero Weber, profesora de esa entidad universitaria, criticó la tauromaquia y sus efectos negativos. “Los toros son rumiantes especializados en huir, es decir, no son agresivos ni viven para luchar. Al contrario, son criaturas pacíficas que dedican sus días a alimentarse, por lo que no se explica que los humanos los usen en corridas, donde son torturados por mera diversión”, planteó.
Por su parte, Gustavo Ortiz Millán, del Instituto de Investigaciones Filosóficas (IIFs), añadió que hay costumbres buenas y malas, y aunque la llamada “fiesta brava” es una muy vieja, su antigüedad no es argumento para conservarla.
Aspectos filosóficos
Al analizar los aspectos filosóficos de la bioética y la fauna, Lizbeth Sagols Sales, académica de la FFyL, expuso que el fundador del movimiento en favor de los derechos animales, Peter Singer, hace un llamado a evitar la violencia y el sufrimiento de quienes no pueden defenderse. “En aras de la eticidad, debemos liberarlos, no inferiorizarlos e incluso evitar comerlos”, dijo.
Frente a las posturas de igualdad-otredad —extensionismo de la ética tradicional—, la ecoética moderada de Arnold Leopold y el ecofeminismo de Karen Warren sugieren que la condición de iguales no se da sin la diferencia, y viceversa, agregó.
En tanto, María Teresa de la Garza, profesora de la misma entidad, señaló que los teóricos críticos proponen cambiar el modelo de racionalidad para liberar a la naturaleza de este tipo de dominio y, de alguna manera, de la destrucción. Por ello, proponen la compasión como punto de partida de la reflexión, cuestionan la ética racionalista y enarbolan un sentimiento moral dirigido hacia el otro como una vía para esperar la felicidad.
Al respecto, refirió que la razón moderna actúa sin piedad sobre la víctima animal, pues al dominarla busca convertirla en mero testimonio de la gloria humana. “Todas las criaturas experimentan esto, incluso nuestros congéneres”.
En su oportunidad, Mauricio Cuevas Andrade, también de la FFyL, indicó que el hombre debe apelar a la moralidad, poner límites y admitir que, de continuar con su actitud rapaz, sucumbirá como especie. “Somos causantes de una extinción masiva debido a nuestro consumismo. En vez de fascinarnos con nuestro entorno, lo destruimos por objetos desechables. Debemos reconocer que somos parte de la vida y dejar atrás el narcisismo con el que justificamos la devastación del planeta”.
Los simios
Pedro Pozas Terrados, representante y director ejecutivo del Proyecto Gran Simio (PGS) Internacional, explicó que en todo el mundo se pierden áreas verdes, sin importar que éstas sean hábitat de un sinfín de seres vivos, entre los que destacan los monos.
Además, los indígenas que habitan en estas zonas son desplazados cuando deberían ser mantenidos ahí, porque ellos son quienes mejor cuidan la naturaleza. Deberíamos respetar a los primates y tratarlos como humanos, debido a que son criaturas con físico e inteligencia parecida a la del hombre.
Finalmente, Paulina Bermúdez Landa, directora ejecutiva del PGM-México, aseveró que los zoológicos no son un buen sitio para mantener a estos mamíferos.
“Este tipo de cautiverio no protege a los ecosistemas y convierte a sus residentes en entes incapaces de valerse por sí mismos en su ambiente”, concluyó.