O ALGO SABE que los demás no conocemos o simple y llanamente el fiscal César Augusto Peniche se avenrtó uno de esos tirotes incomprensibles en su historia como titular de la procuración de justicia en Chihuahua. De otra forma no se entiende el por qué se arriesgó a la detención del magistrado Jorge Ramírez, quien hoy recobrará su cargo una vez que en un juez federal bateó el procedimiento de desafuero que los legisladores locales votaron hace unas semanas, ya que anoche, y precisamente por ese amparo, recuperó su libertad casi de inmediato.
Ayer, sin mediar una lógica jurídica, detuvieron a Ramírez y lo llevaron al Cereso en lo que un juez federal consideró pleno desacato a la orden que dictó el pasado 19 de marzo el juez Tomás José Acosta Canto, quien le notificó al Congreso, a la Comisión Jurisdiccional, al Gobernador y a la Fiscalía lo siguiente: “Deje insubsistente el procedimiento de declaración (que culminó con la emisión del Decreto…. ) y, se restablezcan sus derechos como se encontraban a la fecha de presentación de la demanda de amparo, esto es, deberá retrotraerse el proceso hasta la emisión del acuerdo del 10 de enero del 2020, por el que la Comisión Jurisdiccional del Congreso del Estado de Chihuahua, dio inicio a la solicitud de declaración de procedencia respecto al servidor público…”.
Es decir, le restableció todos sus derechos como magistrado y el Congreso tendría que reiniciar el proceso que duró poco menos de tres meses. Sin embargo, es público y conocido que la Comisión Jurisdiccional que analizó la procedencia lo votó en su mayoría en contra del desafuero y el pleno camaral, sin análisis de por medio y con un proceso viciado dijo lo contrario.
La restitución del magistrado no apareció publicada este sábado y será hasta el próximo miércoles cuando el Gobierno esté obligado a notificar, tal cual lo hizo con la destitución, donde por cierto, se realizó en un suspiro y la restitución en una bocanada de oxígeno de 10 minutos abajo del agua.
Ahora sólo hay que esperar si el Fiscal trae un as bajo la manga o su resbalón lo perseguirá seguramente hasta después del día que deje el encargo, ya que las sendas demandas, nos dicen los malosos, están listas una vez que Ramírez regrese a su sala, pues anoche, por ese gran error, fue liberado.
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LOS ENTERADOS DE los entretelones de este asunto judicial llamado persecución del duartismo y etiquetado pomposamente como “Operación Justicia para Chihuahua” y/o “Expedientes X”, sostienen que se valoraron las aristas de aventarse el “tiro” judicial de la detención en contra de Jorge Ramírez solamente “por el gusto” de llevarlo al Cereso y pasarlo por el procedimiento del fichaje.
Las pasiones se desbordaron y hubo quienes convencieron a los mandones de la administración estatal de realizar esta maniobra sabedores de que a más tardar a media semana el magistrado deberá retomar el control de su Sala Judicial.
De ser así alguien decidió poner en riesgo varios nombres del gabinete de Javier Corral porque el desacato judicial y las quejas ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos se encuentran en proceso como resultado del gusto que ayer alguien se dio para llevar al Cereso por unas horas al chamaco Ramírez, quien por cierto nos dicen recibió en persona un amedrentamiento directo de lo que están dispuesto a hacer los que persiguen a los duartistas y que también tienen en la mira a varios de sus familiares como parte de esa amenaza latente.
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ESTE FIN DE semana quedó demostrado que la irresponsabilidad social no tiene límite ni estrato social, pues a pesar de la contingencia por el coronavirus y a pesar de que los casos aumentaron de dos a cinco el fin de semana, con uno ya en Chihuahua capital, las reuniones familiares y convivios no cesaron, aunque por otro lado, hubo quienes extremaron precauciones y están en aislamiento voluntario para prevenir contagios, y es que ante el Covid-19, el país y la entidad están divididos de nuevo, ahora no nada más entre “chairos” y “fifís”, sino en los que se toman en serio la contingencia y quienes se burlan de ello o simplemente lo toman a la ligera, y pues cómo no, si en ese tenor también andan los gobiernos estatales con el federal, ya que mientras los primeros están alerta, el segundo pide no estresarse ni tener miedo. Usted sabrá a cuál le hace caso.
Por cierto y a decir de los expertos, los próximos quince días serán cruciales para determinar si los contagios por el Covid-19 se salen de control o se contienen, y eso, afirman los que más saben, dependerá muchísimo de las acciones de la población, pues la federación y su sistema de salud ya demostró que está más que rebasada.
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PERO HABLANDO DE los que sí tomarán acciones desde ya en contra de los efectos sociales y económicos que traerá consigo la pandemia, el gobernador Javier Corral se reunirá mañana con miembros de la sociedad civil, empresarios y políticos, con la intención de firmar un convenio que los impulse a reaccionar ante lo que se viene por el Covid-19, pues saben que al menos el próximo mes, la situación se tornará más complicada en el sector económico, por lo que si otra cosa no sucede, el encuentro entre el góber y líderes sociales será este martes en Palacio de Gobierno, claro, y como invitada especial, Susana Distancia.
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LA LOCURA EN medio de la contingencia por la pandemia del COVID 19 también se encuentra en las estaciones de gasolina, pues algunos paisanos de plano no caben de la sorpresa de pagar menos de 9 pesos por litro en ciudad Juárez, o 16 pesos en Chihuahua capital.
Lo cierto, y hay que decirlo, el gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador no puede ni debe colgarse esa medallita. No es una graciosa concesión de la Cuarta Transformación, tampoco una medida emergente de los genios en las finanzas federales. Simple y llanamente el mercado internacional está destrozando el precio del crudo mexicano que anduvo por debajo de los 15 dólars por barril. Aunque les duela, nos duela o como se quiera expresar dependiendo del lugar que los mexicanos agarraron dentro de la historia reciente, el que así se encuentre la gasolina en estos momentos es producto de la decisión que tomó el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto cuando decidió amarrar el precio de los combustibles a los mercados internacionales.
Al principio de sus decisiones, que se sustentaron en retirar el subsidio federal a los combustibles, fueron motivo de críticas y una oleada mediática que de plano Peña no pudo frenar. Ahora esa decisión tiene de nueva cuenta en las redes sociales al priista casi como un “Detente” de AMLO en calidad de estampita santificada. Paradojas de la política ficción, diría el innombrable Carlos Salinas de Gortari.
Source: Columna