De acuerdo con Business Insider, Joyce Mitchell, la empleada de la cárcel de Nueva York de la que escaparon dos asesinos, creía que estaba involucrada románticamente con uno de ellos.
Al parecer, el asesino Richard Matt, de 48 años, estuvo cortejando a Mitchell, supervisora del centro correccional de Clinton, durante meses, y fue así que accedió manejar el vehículo en el que escaparían, lo que a fin de cuentas no pasó.
Creyó que era amor”, declaró uno de los oficiales a NBC News.
Mitchell, de 51 años está casada con otro empleado de la prisión y tiene un hijo adulto, quien había declarado que no consideraba que su madre fuera capaz de ayudar a escapar a ningún prisionero.
Matt estaba condenado a cadena perpetua por el secuestro, homicidio y descuartizamiento de su exjefe en 1997. Por su parte, David Sweat, de 34 años, había matado a un policía en 2002. Al momento, más de 450 oficiales estatales, locales y federales buscan a los fugitivos por sexto día consecutivo.
La empleada confesó a los investigadores que ofreció a los presos acceso a un teléfono celular y metió de contrabando herramientas para ayudarlos a escapar de la prisión conocida como “Pequeña Siberia”, ya que se le considera como de máxima seguridad.
Agencias AFN