La Fiscalía Zona Centro en Chihuahua presentó al presunto homicida del priísta Mario Caldera Nungaray, cuyo cuerpo torturado y herido de arma blanca fue localizado a un costado de la carretera que conduce a Cuauhtémoc.
Se trata de Miguel Ángel Muruato Calderón de 20 años de edad, quien confesó que él y otra persona asesinaron a Caldera por robarle una cantidad de dinero que traía consigo.
Los agresores eran vecinos de la víctima, con quienes estuvo ingiriendo bebidas embriagantes.
El mensaje que fue dejado junto al cuerpo, fue con la intención de despistar a las autoridades investigadoras y que pensaran se trataba de otro tipo de crimen.
Las investigaciones ministeriales basadas en una serie de entrevistas para identificar todos los componentes sociales, familiares, laborales y sentimentales, arrojaron que el ofendido fue visto por última vez el miércoles pasado al exterior de su domicilio en la colonia Sergio de la Torre, a bordo de su vehículo, un Stratus 2003, en compañía de dos sujetos que eran sus vecinos, con quienes bebía embriagantes hasta altas horas de la noche.
Según uno de los testigos, escuchó que una botella de vidrio se quebró, además de que vio que el auto partía del lugar, pero no era conducido por su propietario, si no por uno de los vecinos.
De acuerdo a la narrativa ministerial, ambos sujetos se pusieron de acuerdo para privarlo de la vida con el propósito de robarle 12 mil pesos, para lo cual, uno de ellos lo sujetó con una toalla desde el asiento trasero, mientras que el otro agresor que aún se encuentra prófugo le enterró en varias ocasiones una navaja hasta que falleció.
Una vez que se apoderaron del dinero decidieron deshacerse del cadáver, por lo que lo colocaron en el asiento del copiloto de su vehículo, para trasladarlo hasta la carretera a Cuauhtémoc, donde fue localizado por las autoridades.
Los agresores siguieron hasta la ciudad de Cuauhtémoc, ingresaron al motel Los Manzanos ubicado en la carretera Cuauhtémoc-La Junta, al siguiente día, compraron ropa en un centro comercial y se deshicieron de las prendas que traían con manchas de sangre, luego fueron a limpiar el vehículo en un auto lavado y después lo abandonaron en la calle Niños Héroes e Ignacio Zaragoza del fraccionamiento San Antonio, y luego regresaron en un camión foráneo.
Una vez que llegaron a esta ciudad, cada uno tomó caminos diferentes, Miguel Ángel Muruato, estuvo en la casa de su madre y de ahí viajó a Meoqui donde estuvo en la casa de unos familiares y al regresar de nuevo a la ciudad, fue detenido por elementos de la Policía Estatal Investigadora a través de una orden de aprehensión en su contra.
Como parte de las indagatorias, se logró el aseguramiento del vehículo propiedad del ofendido, así como las prendas de vestir que traían los homicidas cuando sucedieron los hechos, objetos que son analizados en los laboratorios de la Fiscalía General de Justicia.
Mientras tanto, las autoridades investigadoras trabajan para dar con el paradero del otro agresor quien está plenamente identificado.
Según el vocero, Eduardo Esparza, se cuenta con la información necesaria para ejecutar la orden de aprehensión contra el otro implicado.