La ballena gris en peligro por proyecto de mina en México: ONG

Ciudad de México, 17 de junio (SinEmbargo).–Si se sumara la distancia transitada durante la migración de una ballena gris a sus 50 años de edad, habría recorrido el equivalente a un viaje de la Tierra a la Luna y de regreso.

Se trata de una de las migraciones más largas entre los mamíferos, ya que cada año recorre entre 15 y 20 mil kilómetros de ida y vuelta, desde los mares de Alaska y Rusia, hasta las aguas mexicanas de Baja California Sur.

Sin embargo, la construcción de una mina en este estado mexicano pone la vida de estos cetáceos en riesgo, pues dañaría el entorno y las condiciones de vida, según denunció Haydée Rodríguez, del Programa de Protección Marina de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA).

En 2016 se registró la entrada de más de 2 mil 600 ballenas grises entre adultas y ballenatos, una cifra considerada como mejor promedio de los últimos 19 años, de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

El avistamiento de ballenas es una actividad económica que representa una fuente de ingresos para las familias locales que viven del turismo sostenible en las Lagunas Ojo de Liebre y San Ignacio.

La compañía estadounidense Odyssey Marine Explorations planea llevar a cabo el proyecto minero “Don Diego” en la Bahía de Ulloa. Dicho proyecto dio inicio desde septiembre 2014, luego de que la empresa presentara su Manifestación de Impacto Ambiental ante la Semarnat.

El proyecto se ubica en una zona donde abundan tortugas marinas y el tránsito de población de ballena gris. Odyssey, a través de su filial Exploraciones Oceánicas, pretende dragar 91 mil hectáreas de fondo marino para extraer 350 millones de toneladas de arena fosfática del Golfo de Ulloa, según su evaluación de impacto ambiental presentado.

La superficie total a dragar del fondo marino sería el equivalente al 60 por ciento de la extensión del Distrito Federal y en volumen llenaría 264 veces el estadio Azteca en la totalidad del proyecto, como denunció el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda).

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