Cae el segundo homicida del líder seccional del PRI

En el seguimiento de la investigación ministerial para resolver el homicidio de quien en vida respondía al nombre de Mario Caldera Nungaray, los agentes de la Policía Estatal lograron la captura a través de un operativo táctico de Daniel Heimpel Iribarren  quien junto con Miguel Ángel Muruato Calderón cometió  el crimen.

Con la obtención de elementos incriminatorios, testimoniales, pruebas periciales, identificaron a los dos implicados en el asesinato cometido el miércoles 10 de junio del 2015, y con prontitud, el Ministerio Público, requirió al Juez de Garantía las órdenes de aprehensión para detenerlos, lo que sucedió a pocos días del hecho violento.

Daniel Heimpel Iribarren fue detenido la noche de ayer sábado, durante un operativo implementado por los elementos de la Policía Estatal Investigadora que contaban con la información de los domicilios en los que podría estar oculto, ubicándolo cerca de la calle 24 y Ortiz Mena de la colonia Mirador en esta ciudad de Chihuahua,

Por lo que inmediatamente fue puesto a disposición del Juez de Garantías del distrito Judicial Morelos para la formulación de Imputación por el delito de Homicidio calificado y robo agravado, mismos delitos que le fueron imputados a Miguel Ángel Muruato Calderón cuya audiencia de vinculación a proceso se efectuará mañana lunes 22 de junio.

A ellos se les atribuye el homicidio de Mario Caldera Nungaray cuyo cuerpo sin vida fue localizado a las 19:00 horas del jueves 11 de junio del 2015, a la altura del kilómetro 54 de la carretera Chihuahua Cuauhtémoc, presentaba heridas punzo penetrantes en el tórax.

Las investigaciones  ministeriales basadas en entrevistas para identificar los componentes sociales, familiares, laborales y sentimentales de la víctima, arrojaron que la noche del día anterior fue visto  en el exterior de su domicilio en la colonia Sergio de la Torre Hernández, a bordo de su vehículo, un Dodge Stratus, color gris modelo 2003, en compañía de dos de sus vecinos ingiriendo bebidas embriagantes.

A través de las testimoniales identificaron a los sujetos, y uno de los testigos, indicó haber visto que el vehículo partió del domicilio después de que escuchó que se rompió una botella de cristal, y que automotor no era conducido por la víctima, sino por una  de las personas que le acompañaban.

La narrativa de la investigación ministerial, estableció que ambos homicidas acordaron privarlo de la vida con el propósito de robarle el dinero que traía, él que estaba en el asiento trasero del vehículo, lo sujeto con una tolla mientras que su cómplice le enterró en varias ocasiones el arma blanca hasta que falleció.

Se apoderaron del dinero que traía la víctima, en una cantidad de 12 mil pesos y llevaron el cuerpo con rumbo a la ciudad de Cuauhtémoc, hasta el punto donde lo dejaron entre unos matorrales, dejando junto al cadáver un mensaje alusivo a un problema personal como supuesto móvil del asesinato, con el propósito de confundir a las autoridades.

Los agresores se fueron a  la ciudad de Cuauhtémoc, donde pernoctaron en un motel ubicado en la carretera Cuauhtémoc-La Junta y al siguiente día, se deshicieron de sus prendas de vestir con manchas de sangre, así como también abandonaron el vehículo propiedad del ofendido en la calle Niños Héroes e Ignacio Zaragoza del fraccionamiento San Antonio, y luego se regresaron en un camión foráneo.

Como parte de las indagatorias, se logró el aseguramiento del vehículo propiedad del ofendido, así como las prendas de vestir que traían los homicidas cuando sucedieron los hechos, objetos que son analizados en los laboratorios de la Fiscalía General de Justicia.