30.000 enfermeros serán expulsados del Reino Unido porque no nacieron allí, según el plan de inmigración del Gobierno conservador de David Cameron.
Conforme a las nuevas leyes de inmigración del Reino Unido, los trabajadores reclutados de fuera de la Unión Europea (UE) desde 2011, que ganan menos de 35.000 libras al año, tendrán que volver a casa.
Los críticos advierten de que el plan dejará hospitales con grave escasez de enfermeros en un momento en que el país los necesita cada vez más para hacer frente a una población que envejece y a los devastadores efectos de los recortes en atención social.
Por su parte, el Real Colegio de Enfermería denunció que el despido de 30.000 enfermeros extranjeros “va a causar el caos en el Sistema Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés)” del Reino Unido.
“Las normas de inmigración para trabajadores de la salud causarán el caos en el NHS y otros servicios de atención”, criticó el presidente ejecutivo de la entidad, el Dr. Peter Carter.
“El NHS ha gastado millones para contratar enfermeras del extranjero a fin de proporcionar niveles seguros de dotación de personal. Estas reglas implicarán que hemos tirado el dinero a la basura”, agregó el Dr. Carter.
Advirtió, asimismo, de que la medida pondrá en peligro la vida de los pacientes y exhortó al Gobierno a eximir a enfermeras de esta nueva ley draconiana.
Los expertos advierten de un posible desbarajuste en la sanidad británica, debido a las políticas de austeridad del Gobierno conservador, que incluyen recortes en los sectores sanitarios y sociales.
HispanTV