Para trabajadores y estudiantes la comida preparada de venta en supermercados y tiendas de autoservicio representa una opción rápida y barata, por lo que el gravamen que se aplicará a partir del 1 de julio representa un fuerte golpe al bolsillo.
Mariana Muñoz acude con frecuencia a una cadena de autoservicio por un hot dog. La estudiante de Administración dijo que al tener pocos recursos para transporte y con los gastos que generan sus estudios, la comida rápida le quita el hambre de una manera económica.
“Me va a afectar mucho mis gastos porque traigo el dinero contado para camiones, copias y comida”, mencionó.
Luis Aguilar también acude a esta clase de alimentos debido a que el trabajo le deja poco margen de tiempo para comer. El impuesto que se aplicará en unos días, dijo, lo obligará a replantear sus gastos semanales.
“Ahorita ya cualquier impuesto pega. Con poquito que suban la comida afecta en los gastos. Voy a tener que gastar más para seguir comiendo lo mismo”, remarcó.
El pasado 16 de junio se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la tercera modificación a la Miscelánea Fiscal 2015 en cuyos apartados 1-A, 3,7, 15,23 y 26 se indica que a partir del 1 de julio de este año a toda la comida preparada de venta en supermercados y tiendas de autoservicio se le aplicará el Impuesto al Valor Agregado (IVA) al 16 por ciento.
Ante este anuncio Walmart de México a través de un comunicado informó que los precios de comida procesada no verán ninguna modificación, debido a que este establecimiento ya aplica el impuesto al 16 por ciento.
Entre los alimentos que aumentarán a partir del 1 de julio están sándwiches, gorditas, quesadillas, flautas, tacos, pizza, hot dogs y tortas.
Información de Agencias