Por primera vez, el atacante del Maratón de Boston, Dzhokhar Tsarnaev, pidió perdón a las víctimas y los sobrevivientes del ataque de 2013. El hombre de 21 años habló poco antes de que un juez federal lo sentenciara formalmente a muerte.
También fue la primera vez que tomó la palabra en los tribunales.
“Perdón por las vidas que he tomado, por el sufrimiento que les causé, por el daño que he hecho, el irreparable daño”, dijo Tsarnaev rompiendo por primera vez el silencio en más de dos años. A las víctimas dijo “Rezo por su alivio, para que sanen”.
Hablando en inglés con acento ruso, Tsarnaev dijo que escuchó a todos los que hablaron en el estrado y reconoció la fuerza, la paciencia y la dignidad de los sobrevivientes. Dijo estar arrepentido por los daños irreparables que causó y que ora por las víctimas.
La gran interrogante era saber si Tsarnaev diría algo cuando tuviera la oportunidad de hablar. Tsarnaev prácticamente no ha dicho nada desde que fue arrestado hace más de dos años, sin ofrecer remordimiento ni explicaciones al respecto.
Durante su juicio, una monja católica que lo visitó dijo que él expresó su solidaridad con las víctimas, pero que nunca lo dijo públicamente.
Tres personas murieron y más de 260 resultaron heridas cuando dos bombas estallaron en la línea de meta del maratón. Tsarnaev también fue declarado culpable de matar días después a un policía del Instituto de Tecnología de Massachusetts.
Durante su audiencia de sentencia, Tsarnaev también dio gracias a Dios y a sus abogados. Horas antes, él escuchó a las víctimas y sus seres queridos que se dirigieron a él para reprenderlo por sus actos “cobardes” y “repugnantes”.
“No puede tener alma y hacer algo tan horrendo”, dijo Karen Rand McWatters, quien perdió una pierna en el atentado, en el que murió su mejor amiga, Krystle Campbell, de 29 años.
La madre de Krystle, Patricia Campbell, fue la primera en hablar en la corte. Miró directamente a Tsarnaev, sentado a unos seis metros (20 pies), y se dirigió a él.
“Lo que le hiciste a mi hija es asqueroso”, dijo. “No sé qué decirte. Creo que el jurado hizo lo correcto”.
Se anticipaba la declaración de unas 30 personas durante la sentencia en el juzgado federal. El resultado fue el esperado: bajo los requerimientos de la ley, un juez puede debe imponer la sentencia a muerte por el ataque del 15 de abril de 2013, en el que murieron tres personas y más de 260 resultaron heridas.
McWatters pidió a Tsarnaev mostrar arrepentimiento, y así desalentar a otros yihadistas para que maten personas en ataques similares.
“Puedes salvar a otras personas de estos cobardes actos si es que tienes una onza de arrepentimiento o remordimiento”, comentó.
Un jurado condenó a Tsarnaev a muerte en mayo luego de que se uniera a su hermano, Tamerlan, para llevar a cabo el atentado con dos artefactos explosivos en ollas de presión colocadas cerca de la meta, además de matar a un agente de policía del MIT durante su intento de escape. Tamerlan, de 26 años, murió durante la persecución.
Tsarnaev apareció el miércoles en la corte con saco oscuro y camisa, sin corbata. Lució impaciente mientras charlaba con sus abogados antes del inicio de la audiencia.
Bill Richard, cuyo hijo de 8 años, Martin, fue el más joven en morir en el atentado, dijo que Tsarnaev pudo haber cambiado todo si no hubiera seguido con el plan y reportaba a su hermano ante las autoridades.
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