Crítico de la gestión de Gustavo Madero y uno de los principales escuderos de lo que hasta unas semanas se consideró el grupo calderonista del PAN, el senador Javier Lozano ahora es uno de los políticos clave de la operación cicatriz que Ricardo Anaya promete emprender en ese partido, como parte de una renovación de fondo.
En entrevista con Excélsior, el legislador habla de por qué se sumó a la campaña del queretano, quien hace un año llegó como secretario general del PAN, de la mano de Madero.
“Me gusta eso: que Ricardo Anaya pueda ser capaz de tener por igual a quienes el año pasado estuvimos en la contienda interna con Ernesto Cordero, que a los que estuvieron con Madero, y a los que están con otros liderazgos, y que podamos tener este proyecto común que nos permita ser una opción real de gobierno en el 2018.
“Ricardo tiene esa enorme responsabilidad de poder conducir bien al partido. Siempre y cuando se deje ayudar y que ni en apariencia se perciba que quien mueve los hilos sea Madero. Ésa es una condición que él sabe que es con la que yo estoy jugando en este proyecto”, enfatiza.
“En 2014 estuvimos jalando con nuestro colega y amigo Ernesto Cordero, en un proyecto en el que creíamos. Hice lo correcto. Perdimos. Uno se levanta de esa batalla. Un año después el proyecto está con Anaya, a quien de alguna manera enfrentamos entonces. Pero ya no es lo mismo, porque ya no está Madero.
Un político moderno
“En 2014 estaba yo enfrentado a mi gobernador (Rafael Moreno Valle, de Puebla). Porque él estaba con Madero. Hoy estamos del mismo lado. Qué bueno. Y ojalá después de la elección todos nos demos la mano sin reservas y miremos hacia adelante como un partido fuerte y unificado”.
Lozano Alarcón era secretario del Trabajo en el sexenio anterior, cuando trató por primera vez a Anaya como subsecretario de Turismo.
“Desde entonces le veo muchas características de lo que debe ser un político moderno: que no sólo proyecta buena imagen, sino que tiene rigor técnico para los temas”, describe.
El senador ejemplifica ese distintivo con el impulso que, como coordinador de los diputados del PAN, Anaya le dio al tema del sistema anticorrupción.
Destaca Lozano que en la Cámara de Diputados el panista “supo armonizar muy bien el ser una oposición responsable, sacando adelante reformas y dialogando con el gobierno, con una oposición firme cuando tenía que levantar la voz”.
Que se deje ayudar
Le preguntamos qué significa que Anaya se deje ayudar.
“Que escuche, que sea generoso, que sea humilde, tolerante, que sepa hacer equipo, que sepa tomar decisiones y que no se deje. Que interna y externamente sepa hacer valer su liderazgo”, explica.
Cuenta Lozano que las expectativas en torno a Anaya se sustentan en su desempeño como presidente interino del partido.
“Ricardo dio muestras de una gran habilidad. Fueron tres meses refrescantes para Acción Nacional. Lamenté mucho que regresara Madero porque rompió la dinámica de Ricardo de sentarse con todos nosotros, de recibir a todos, de proyectar discurso, imagen, congruencia”, reseña.
“Como presidente de la Cámara dio muestras de una gran habilidad, a pesar de su juventud. Supo relacionarse bien con el gobierno sin dejar de ser oposición”.
Para Lozano, si Anaya impulsa la dirigencia que ahora ofrece, el PAN estará a tiempo de reagruparse para ganar el 2018 como una oposición firme y, en las elecciones de 2016 y 2017, impulsar candidaturas de coalición y ciudadanas.
“Tenemos tiempo, siempre y cuando no terminemos con heridas abiertas después del proceso interno”, define.
Fin de la polarización
Preguntamos a Lozano si, por la vía de los hechos, asistimos al fin de la polarización entre calderonistas versus maderistas:
“Eso ya quedó atrás, y qué bueno. Porque ya chole con esas etiquetas que nos han dividido. Al expresidente Felipe Calderón le tengo un gran cariño, respeto, gratitud y admiración.
“Pero el hecho de haber trabajado en ese gobierno no significa que ese mismo bloque se va a ir moviendo como un monolito. No señor: tenemos vida propia, proyectos, aspiraciones, sueños, familia, y eso no significa que no hay una lealtad por cuanto hace a ese gobierno, simplemente estamos tomando cada quien su camino”, afirma el legislador.
Lozano aclara que no forma parte del proyecto de Margarita Zavala, quien también hace dos semanas anunció que buscará la candidatura presidencial en 2018.
“Creo que fue inadecuado e inoportuno ese destape de Margarita. Nos distrae y nos comienza a dividir en pistas distintas cuando necesitamos organizarnos para la dirigencia nacional”, cuestiona.