La final de la Copa América entre Chile y Argentina ha generado una locura colectiva por conseguir un boleto, que en reventa se paga entre 10 y 15 veces su valor original, confirmaron hoy medios locales.
Una verdadera manía se vive en el país por lograr un ticket para el juego final del certamen, que podría marcar la décima quinta corona continental para Argentina y la primera para Chile en 99 años de historia del campeonato.
De acuerdo a radioemisoras locales, existen sitios en internet que ofrecen un boleto en la platea preferencial de hasta en seis millones de pesos chilenos (casi 10 mil dólares), cuando en la venta regular costaron en su momento cerca de 200 mil pesos (unos 300 dólares).
A su vez un boleto en la galería (detrás de los pórticos) que antes de iniciar el campeonato se conseguía en 30 mil pesos (unos 46 dólares), en la actualidad sólo se puede comprar a un valor cercano a los 350 mil pesos (unos 550 dólares)
En Chile, la reventa de entradas está prohibida por ley, sin embargo muchos sitios de internet vulneran el reglamento, al ofrecer los tickets en paquetes turísticos que incluyen además traslado al estadio en bus y un pequeño snack que debe ser consumido antes.
Pese a los elevados precios, lograr una entrada para la final se ha transformado en una verdadera locura entre los aficionados locales, quienes confían en ganar por primera vez la Copa, tras las fallidas finales de los años 1955, 1956, 1979 y 1987.
A la elevada demanda por parte de los fanáticos chilenos, se debe agregar la importante cantidad de argentinos que están y llegarán al país en las próximas horas y que de acuerdo a cifras oficiales bordearía los 10 mil.
El Comité Organizador Local (Col) dividió en dos las fases de venta de boletos regulares, con la liberación de tickets por Internet previo al sorteo, en diciembre pasado, y después entre enero y marzo con el resto.
La final del certamen entre chilenos y argentinos se jugará en el Estadio Nacional Julio Martínez Pradanos de Santiago, el cual por una remodelación hace cinco años redujo su capacidad total de 70 mil a 45 mil personas.