A POCO MÁS de una semana que deje la gubernatura, Javier Corral dejó la víbora chillando entre varios sectores de la sociedad chihuahuense, en especial con el empresariado, luego de declarar que Chihuahua pasará a semáforo verde precisamente la semana que él se va de Palacio de Gobierno, cuestión que a los empresarios, más a los de la Coparmex, que son los meros patrones, no pareció agradarles, más que nada porque ese verde al que Corral se refiere, se daría en medio del regreso a clases presenciales que será ni más ni menos que este lunes, así que ante un posible repunte que se presentaría sí o sí por el obligado incremento de la movilidad, llegaría ese semáforo verde que en lugar de dar esperanza, ha puesto los pelos de punta a a casi todos, tanto, que las malas lenguas afirma que lo que busca el actual gobierno estatal es dejar a la víspera de un caos de salud a la próxima gobernadora, Maru Campos, que tomará protesta de este miércoles al otro.
Sea cómo sea, y con eso de que es mejor prevenir que lamentar, ya el equipo de transición de la Gobernadora electa está tomando cartas en el asunto, desde el aspecto de salud y por supuesto el educativo, pues el caos que se vislumbra puede suceder a partir de hoy que arrancan las clases presenciales, y ya no le tocará lidiarlo a Javier Corral, sino al gobierno de Maru, quien trae a su equipo trabajando como si ya estuvieran en funciones.
Para ser más precisos, el fantasmal Consejo Estatal de Salud, decidió acordar que sin importar el color del semáforo COVID, hoy hay regreso a clases como les de su regalada gana a las escuelas. Es más que se autodeterminen como gusten, total, el peor golfista de Chihuahua (y eso que practicó sin cesar en los últimos cinco años) ya se va y poco o nada le sigue importando la tarea de gobernar.
Hay que decirlo, el mentado Consejo Estatal de Salud fue un ente fantasmal, ese del cual a veces pasaron algunas fotos, pero cuando alguien se oponía a los caprichos de Corral, era prácticamente aislado, expulsado y enviado al ostracismo. Si hay dudas que le pregunten al rector de la Uach, Luis Fierro, cuando se atrevió a exhibir las decisiones ilógicas que ahí circulaban.
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HABLANDO DEL QUE cobró como gobernador y que ya se va, Javier Corral, vaya burla que provocó la mentada nota que una vecina le entregó y que el aún jefe del Ejecutivo estatal presumió en sus redes sociales. Y es que es tan difícil de creer para la mayoría de los ciudadanos, de que existan personas que sí le creyeron a Corral el hecho de que trabajó por Chihuahua y combatió la corrupción, que no faltaron los comentarios que le espetaron al Góber que esa carta se la había escrito él mismo o hasta su esposa. Pero lo triste, dicen otros, es que Corral se crea que está en el camino correcto y que no reconozca sus errores, vaya, la patología misma que padece su ahora amigazo del alma, Andrés Manuel López Obrador.
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Y PARA NO despedirnos sin gota corralista pendiente, entre hoy y mañana es necesario, urgente y sobre todo muy vigilados, a la diputada Georgina Bujanda, pues nos dicen que quiere quedar bien con Dios y con el Diablo, al ser una de las principales impulsoras para que Javier Corral siga disfrutando de servidumbre con cargo al erario después de que se vaya finalmente de Palacio de Gobierno.
Se puede entender una actitud como esta de parte de Blanca Gámez, ella siempre fue leal, de cabo a rabo frente a Corral Jurado. Ni siquiera su compadre Guillermo Luján la convenció de lo que estaba pasando en el “corralato”.
También pudiera tener una sensata explicación de parte de Fernando Álvarez, quien al final fue hasta catalogado de traidor por el mismo Corral y Madero, pero quizá le quiere mostrar la gratitud de los primeros cinco años.
Pero en el caso de Bujanda, eso de buscar que Corral se quede con guardias, camionetas blindadas y en una nada hasta el pago del servicio doméstico en la casa del Campanario de don Javier, ya es mucho. Claro está, a menos que para los que van llegando esto ya sea una acuerdo con el que se va para que no regrese. ¿Será o hay gato encerrrado?
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Y SI DE amigazos del alma se trata, el que no suelta ni tantito al alcalde electo de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, es el excandidato de Morena a la gubernatura, Juan Carlos Loera, quien este mes que viene volverá como súper delegado. El caso es que anda tan enojado con Cruz, que otra vez lo volvió a confrontar en sus redes sociales, ahora por el tema de la Guardia Nacional, luego de que a Pérez Cuéllar se le ocurriera quejarse de algunas acciones de esa corporación federal, lo que terminó por detonar la furia de Loera de la Rosa, quien nada más anda buscando cualquier pretexto para atacar a su compañero de partido, luego de que él se quedara sin la gubernatura y Cruz se hiciera de la Presidencia Municipal de Ciudad Juárez. Nadie sabe para quién trabaja.
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LAS QUE TAMBIÉN terminarán de la greña virtual son la morenista Marisela Terrazas Rodallegas y la presidenta interina del Instituto Estatal Electoral, Cata Espino, pues a la discípula de la 4T se le ocurrió publicar un post de una supuesta foto y testimonio de cómo se gastan los viáticos en el IEE, eso sí, son sendos horrores ortográficos que hubo que hacer uso de la hermenéutica para descifrar lo escrito por la seguidora de Morena, sin embargo, la que sí captó fue la consejera del organismo electoral, quien de inmediato se defendió de las acusaciones de Marisela, aunque no faltaron los entrometidos, los cuales todavía con la espina clavada y sin hacer uso de la vitacilina, y eso que ellos tanto que la recomiendan, se pusieron a poner en tela de juicio el papel del IEE, porque todo indica que aún no superan la arrastrada que le puso el PAN por la gubernatura.
Source: Columna