Porque si se requiere gobernar con calidad moral, es necesario ser congruente. No como otros que escupían, y otros que escupen desde Palacio Nacional, múltiples dosis de moralina y están como la chimoltrufia. Pero no es el caso de la gobernadora Maru Campos, quien desde antes de tomar protesta había adelantado lo quebrado de las finanzas estatales y además su preocupación ante un posible repunte de la pandemia actual. Así que para ser coherente con sus palabras, la Góber dará su primer Grito de Independencia sin derroche alguno, pues se confirmó que no habrá pachanga ni afuera ni adentro, no como su antecesor, que se la pasaba quejándose que no había dinero en las arcas del Estado y cada año, religiosamente, tiraba la casa por las ventanas de Palacio de Gobierno, invitando a sus cuates y con conciertos privados que amenizaban los “salud” de la clase política de entonces. Esta noche todo será distinto, Maru dará el Grito, pero nada de lucimientos ni gastos innecesarios.
Algo similar sucederá mañana Día de la Independencia, pues para evitar aglomeraciones y no arriesgar a los ciudadanos con desfiles de por medio, la Gobernadora sí realizará un acto protocolario con autoridades invitadas y mandos militares, pero hasta ahí, porque repetimos, si se quiere calidad moral, lo más necesario es la congruencia, ya que de lengua se pueden hacer muchos tacos. Y de eso ya tuvimos cinco años en Chihuahua y aún faltan tres de lengua tabasqueña.
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Hablando de lenguas tabasqueñas y paseñas, y luego de que Andrés Manuel López Obrador le ofreció la Embajada de España a Quirino Ordaz, gobernador saliente de Sinaloa, misma que prácticamente ya estaba en la bolsa del exgobernador Javier Corral, sin embargo, pudo más el “amor” de AMLO por el sinaloense, que el agradecimiento que le pueda tener a Corral. Lo que sí es un hecho, dicen las malosos de las grandes ligas, es que el otrora dizque enemigo del inquilino de Palacio Nacional, sí terminará en algún cargo al interior de la 4T, sobre todo, después de que López Obrador repitiera ayer mismo que continuará invitando a gobernadores salientes para que se unan a su proyecto, en su intención de pulverizar a la oposición, pero quizá lo que al tabasqueño no le han dicho o a lo mejor no quiere enterarse, es que si se lleva a Corral a su administración, su 4T terminará por ser más odiada por la mayoría de los chihuahuenses… si de por sí el cariño es poco, y se lo quiere gastar a golpes.
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Eso de andar pataleando y lloriqueando contra el exgobernador César Duarte desde finales del 2014, y luego que su única propuesta de campaña fuera llevarlo a la cárcel, ya no se lo cree ni él. Y es que el gobierno de Javier Corral, ya sea para dejarle la víbora chillando a su sucesora Maru Campos o nomás porque todo era un teatro político que al fin de cuentas no le funcionó, pidió el desistimiento de la extinción de dominio sobres 10 propiedades del ballezano, entre las que se encuentra el mítico rancho “El Saucito”, que a decir del propio Corral, era el símbolo del latrocinio duartista. Sin embargo, ese desistimiento por parte de la Fiscalía General del Estado cuando don Javier aún estaba en funciones de gobernador, sólo demostró que esa cantaleta de querer devolverle a los chihuahuenses los bienes que amasó Duarte Jáquez a través de la robadera, sólo fueron cuentos que le sirvieron para hacerla de jamón con queso durante cinco años, sin duda de los más oscuros, desperdiciados, tirados en el basurero de la historia.
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Quien se despidió de sus colegas que coordinado los programas federales de la 4T, fue Avril Gómez, luego de permanecer como encargada de la Delegación del Bienestar durante un mes, desde que Bertha Alcalde Luján dijo adiós para nunca volver, y es que ya en esta semana arriba de nueva cuenta al puesto de delegado del Bienestar, el excandidato de Morena a la gubernatura, Juan Carlos Loera, quien luego de perder se regresó a su curul en San Lázaro, pero que al culminar la Legislatura, AMLO lo rescató y le devolvió el puesto que tenía desde que inició el sexenio del falso gobierno de “izquierda”.
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El que ayer se registró en la planilla de Marko Cortés, quien busca la reelección como dirigente nacional del PAN, fue el diputado local Mario Vázquez, quien no solamente le refrendó su apoyo al michoacano, sino que ahí en su registro también anduvieron los diputados federales por Chihuahua Daniela Álvarez, Rocío González y Eliseo Compeán, además del coordinador de Gabinete de Maru Campos, Luis Serrato, quienes se tomaron la foto respectiva con Marko para mostrarle su apoyo, sobre todo porque esa renovación del Comité Ejecutivo Nacional trae un tanto divididos a los panistas del país.
Source: Columna