El daño que Andrés Manuel López Obrador le hace a Chihuahua, en ocasiones lo hace hasta sin darse cuenta, o chance sí lo sepa, pero como buen tartufo, envolviéndose en banderas de moralidad y luchador social. Y es que la exigencia, sí, exigencia que le hizo al gobierno del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, de levantar el embargo a Cuba, con el dictador cubano Miguel Diaz-Canel a su lado en el discurso de conmemoración de la Independencia de México, seguramente sí fue escuchado por Washington, pero no para hacerle caso y “perdonar” a los comunistas de la isla, sino como una afrenta por parte de la 4T, de darle prioridad y amasar lazos con lo que el vecino país del norte considera un gobierno dictatorial, dejando de lado que nuestro país, junto a Canadá, es el principal socio comercial de los Estados Unidos, y a quiénes creen que afectan más esas terribles decisiones que toma el tabasqueño respecto a la política internacional y a la relación con Biden: sí, a Chihuahua y a los estados del norte del país, cuyas economías, a través de la industria manufacturera y exportaciones, está ligada de manera directa a gringolandia. Porque no se necesita ser muy listo para saber que AMLO le está sacando la lengua al poderoso vecino, asumiendo un papel de redentor que no va con un país en crisis y en vías de desarrollo como lo es México. En fin, la falsa e hipócrita “izquierda”.
Es así que mientras eso sucede, acá la gobernadora Maru Campos y el alcalde de Chihuahua capital, Marco Bonilla, tendrán que doblegar esfuerzos y hacer valer la soberanía del estado y el federalismo, para que esas nefastas decisiones del inquilino de Palacio Nacional no releguen aún más la economía y el desarrollo de esta entidad norteña, pues mientras ellos claman solidaridad y unidad, en el centro del país las señales son otras.
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Otro tartufo que no solamente dejó en crisis las finanzas estatales, cuya ineficacia permitió que se caducaran medicamentos y en pocas palabras el estado que gobernó le valió tres cacahuates, es sin duda Javier Corral. Pero resulta y resalta que siendo Chihuahua un estado netamente ganadero y agrícola, haya sufrido una crisis en ambos rubros debido a la inoperancia de la Secretaría de Desarrollo Rural, que cuando la nueva titular de la dependencia en el gobierno de Maru Campos, la exsenadora Lilia Merodio, se quedó pasmada al observar el caos que imperaba en esa dependencia que en los últimos años estuvo a cargo de René Almeida.
Falta de apoyos y sin comunicación con agricultores y ganaderos, empleados que no acudían a trabajar, son algunas de las linduras con las que se encontró Merodio a su llegada a la dependencia, es decir, pura corrupción, pues ésta no sólo se comete cuando se le mete mano al cajón, sino también cuando se cobra, y mucho, por un trabajo que no se realiza, y de esos casos está lleno el gobierno “incorruptible” de Javier Corral.
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Quien fue ratificado y por tanto ya pudo pasearse en los eventos públicos de la gobernadora Maru Campos, es el nuevo director ejecutivo de la Junta Central de Agua y Saneamiento, Roberto “El Pony” Lara, al cual el Consejo de Administración de la JCAS le aprobó el nombramiento sin chistar y ahora sí ya forma parte oficial del gabinete de la jefa. Será por eso que ayer “El Pony” salió a pastar a las llanuras de la grilla, ahí afuerita de Palacio de Gobierno, ya como director de la JCAS.
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El que la semana entrante será ratificado como Fiscal General del Estado es Roberto Fierro, pues esta semana que se fue, entre sesiones extraordinarias e integración de comisiones legislativas, los diputados locales nomás no pudieron sacar el nombramiento oficial, pero ya es un hecho que la semana que entra, Fierro será el Fiscal con todas las de la ley.
Source: Columna