PARA QUE NO le busquen tres pies al gato… el asunto de la salida de Jorge Soto, exdiputado del PAN que no logró acomodarse cómodamente en la Secretaría de Hacienda dizque por diferencias con el asesor financiero de la gobernadora Maru Campos, es decir, Ernesto Cordero, ha levantado ámpula de más, cuando el trasfondo es más claro que las rebotadas aguas del canal Chuvíscar.
Veamos dijo un ciego. Cuando la refriega por la candidatura a la alcaldía capitalina aún se encontraba en calidad de volado, pues el equipo ganador, osea el de Campos Galván, intentaba por todos lados llegar a un acuerdo que los hiciera transitar con el perdedor, es decir el de Javier Corral, llegó a las filas de la entonces alcaldesa el aguerrido legislador que había sido fiel alfil de Palacio de Gobierno. Hubo rompimiento público y hastan en tribuna y con votaciones de por medio, Jorge compró el boleto de entrada al círculo de Campos.
Peeeeeero -siempre lo hay- el mozuelo Soto empezó a presionar con que él quería la candidatura a la alcaldía a cambio de un favor que Maru debería agradecerle desde el mismo planteamiento. Ocurrió lo contrario, no solamente no hubo agradecimiento, sino que la propuesta tenía carga de insulto gravísimo y hoy se descubren los por qués.
Y es que Jorge tenía una letra de cambio que siempre ponía como Espada de Damocles cuando parlaba sobre el particular con Maru Campos, y que era su amistad, cercanía y confianza con Gema Chávez, la Fiscal Anticorrupción que Javier Corral tenía becada para hostigar a la alcaldesa y solo eso.
El agravio quedó registrado, pues por más bonito que se planteaba, la amenaza estuvo siempre más que clarita. Así que hoy nadie se sorprenda que la Gobernadora actúe como tal. Hay Gobernadora y así son las cosas.
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YA SE SUPO la razón por la cual los moquetazos dentro del PRI están de película y mantienen al espectador en la orilla de la butaca. Y es que en los Comités Municipales que están en pleno proceso de renovación, empezó a circular la verdadera historia, en números, de lo que significó el paso de Omar Bazán Flores por la dirigencia. Vaya, el chamaco no se llevó el molcajete porque también lo debe.
Vámonos por partes.
El PRI tiene en su contra bastantes millones de pesos como deuda por multas relacionadas con el uso indebido de su presupuesto. Por ejemplo, 36 millones de pesos se deben a los procesos penales en los que se descubrió el PRI recibía dinero de funcionarios públicos vía descuento de nómina en el sexenio de César Duarte Jáquez. Eso ya está más que dicho y relatado en los Expedientes X.
Pero hay otros 14 millones de pesos en multas y se los deben agradecer a Omar Bazán, quien gastó de manera incorrecta un rubro debominado “Gasto Específico” durante su gestión, y que está etiquetado para la capacitación política de las mujeres priistas. Omar simple y llanamente las mandó a la goma con una misoginia que solamente quienes la padecieron pueden narrar los morbosos detalles.
Pero ahí no para la cosa. A don Omar también se le deben atribuir más de 3 millones de pesos de pasivo laboral, ya que se agarró despidiendo a personal que laboraba en el tribunal sin darles la liquidación correspondiente a la ley y ahora los procesos judiciales están a punto de ahorcar a lo que queda de la familia revolucionaria.
De hecho, hay una demanda más que, por el hecho de no contestarla a tiempo, el PRI deberá pagar otros 14 millones de pesos. Luego, para seguirle sumando a Bazán, dejó una deuda con medios de comunicación impresos de más de 2 millones de pesos. Y para no discriminar, también el chamaco legislador dejó otra deuda por más de 3 millones de pesos de un contrato de arrendamiento financiero de equipo de cómputo que, para variar, el incumplimiento del mismo ya está judicializado.
En resumidas cuentas. De la deuda del PRI que ronda los 77 millones de pesos, a Duarte y sus decisiones de usar la estructura de Gobierno para enviar las cuotas al partido, se le pueden atribuir 36 millones en multas. Los más de 40 restantes son resultado de la mala administración y desvío de chelines que se aventó Omar Bazán. Los números son fríos y están dejando helados a varios priistas que están conociendo poco a poco los mismos.
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CON CIERTA PREOCUPACIÓN, en espera de que no se traten de bombas de tiempo o caballitos de Troya, es como algunos panistas que detestaron la forma de “gobernar” de Javier Corral, denunciaron que existen infiltrados de la era corralista en algunos puestos clave de la nueva administración de la gobernadora Maru Campos, los cuales, primero apoyaron la burda estrategia de su exjefe para descarrilar a Maru, y ahora que se convirtió en la jefa de Palacio de Gobierno, su actitud es la opuesta, hipocresía le llaman, sin embargo, aunque Maru sepa quiénes y cómo se las gastan más de diez en la política, lo cierto es que es muy complicado estar en todo, sobre todo porque la chamba como Gobernadora es muy, muy vasta.
Es así que quienes se ha convertido en sus ojos son algunos panistas de cepa, los cuales se apostaron a su proyecto a pesar de ser perseguida por el entonces gobernador en turno, Javier Corral, quien se creía el hombre más poderoso del estado. Y es que la preocupación de esos panistas estriba en que esos “corralistas” que le dieron la espalda a su exjefe apenas y salió de Palacio, están ubicados en puestos donde pretenden continuar metiéndole mano al cajón, como ya lo hicieron durante la anterior administración, y para muestra en montón de irregulariades enconreadas por el actual gobierno de Maru Campos, quien ya advirtió que esas chuecuras de Corral y los suyos, terminarán en el despacho principal de la Secretaría de la Función Pública.
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EN LA MISMA línea del exgobernador Javier Corral, los malosos nos comentan que es tanto su desparpajo que ni sufre ni se acongoja ante las denuncias que se le han venido en cascada, y las que están por venir, pues don Javier está muy confiado que en cualquier momento su teléfono sonará para avisarle que ya le tienen un puesto al interior de la 4T, por lo pronto, ya se supo que la Suburban blindada y de modelo no muy reciente en la que lo recogió su “Capi” Escamilla en el Aeropuerto la semana pasada, se la prestó la Secretaría de Gobernación y pertenece a la Secretaría de Economía del gobierno federal, pues todo parece indicar que ante la negativa del Congreso del Estado de seguirle pagando escoltas y vehículos blindados a costo del erario de Chihuahua, Corral se apegó al sistema de protección que ofrece la Segob, porque pues el miedo no anda en burro… anda en camionetas blindadas que de igual forma le cuestan a los ciudadanos que sí pagan impuestos.
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CON TODO Y que en algunos municipios ya les avisaron a los aspirantes a presidentes seccionales, que será el Instituto Estatal Electoral, en conjunto con el INE, los que organicen las elecciones que se llevarían a cabo a finales de octubre, el diputado de Movimiento Ciudadano, Francisco Sánchez, anda terco en quitarle esa responsabilidad al IEE y permitir que sean las autoridades municipales las que organicen las mentadas elecciones, argumentando que el Instituto Estatal Electoral no tiene dinero. Sin embargo, para quienes están a favor de que sea el IEE el que se encargue de esas elecciones, afirman que lo que se traen Sánchez Villegas y otros tantos aspirantes, es dejar en manos de los respectivos Ayuntamientos la organización de las elecciones que renovarán decenas de presidencias seccionales, porque así, simple y llanamente, los alcaldes en turno podrán maniobrar de la manera en que les dé la gana y apoyar a los candidatos de sus respectivos partidos, es decir, no se trata de tenerle compasión al IEE, sino de manipular las elecciones seccionales que deberán realizarse en poco más de un
Source: Columna