APENAS AYER MISMOS mencionábamos en este espacio de la urgencia del fiscal Roberto Fierro de reestructurar las Fiscalías de Distrito, recordando lo tristemente célebres que han resultado Carlos Mario Jiménez en la Centro y Jesús Carrasco en Occidente, ambos, herencias malditas del exgobernador Javier Corral, cuando a quien le cayó el chahuistle y ahora ha de andar a salto de mata es quien hasta hace 24 horas todavía fungía como fiscal de la Zona Norte, Jorge Nava, otra herencia de Corral que permaneció durante cinco años a cargo de la Fiscalía con sede en Ciudad Juárez. Jorge Arnoldo, junto a Eduardo Guerrero, un viejo conocido de los chihuahuenses al haber sido encargado de los CERESOS durante el sexenio del exgobernador César Duarte, son buscados por la Fiscalía General de la República por el escándalo de la conductora de TV, Inés Gómez-Mont y su esposo Víctor Manuel Álvarez Puga, acusados de desviar 3 mil millones de pesos a través de empresas factureras, tras la adquisición de diversos contratos para equipar los diversos penales federales. Tremendo negociazo en el que la FGR involucra a Guerrero Durán y a Nava por participar junto al par de celebridades, esto mientras ambos eran funcionarios federales durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Es así que de nuevo viene el recuerdo de que a Lalo Guerrero se le venía señalando desde que era el encargado de los penales en la época de César Duarte, cuando a decir del ballezano, convirtió las cárceles de Chihuahua en hoteles de cuatro estrellas, además de que la polémica lo siguió cuando se convirtió en el encargado de los penales federales tras la segunda fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán, allá por el 2015, y es precisamente de esa época de donde surgen las acusaciones y sus presuntos vínculos con Gómez-Mont y Álvarez Puga. Mientras que lo de Jorge Nava es similar, pues era director general del Centro de Coordinación, Control, Comando, Cómputo, Alertamiento e Inteligencia del OADPRS, precisamente cuando a decir de la FGR, la célebre pareja, Guerrero Durán y sus supuestos cómplices, hicieron y deshicieron con dinero público para llevar a cabo negociazos.
Lo interesante es que los malosos recordaron que precisamente en las pasadas elecciones el chamaco Lalo Guerrero tuvo una importante participación al ser uno de los principales patrocinadores de la aventura que encabezó el doctor Alejandro Díaz, que fuera candidato a gobernador por un partido de reciente creación, pero que terminara sumándose al proyecto de la hoy gobernadora Maru Campos.
Fue la de Lalo Guerrero, y no otra chequera, la que se encargó de pagar esa campaña del mozuelo doctor que llegó a tener tantas fantasías como el que podría ser Secretario de Salud en el actual gobierno. Otros tuvieron otros sueños bajo la nómina de Guerrero, como el caso de Toño Franco, expriísta que fue contratado por Don Lalo para ser el presidente de ese partido que ya ni siquiera se recuerda. Franco buscaba ser diputado local anotado en la lista de candidatos a diputados por la vía plurinominal. Fueron sueños porque nomás no le llegaron naditita al porcentaje mínimo requerido para subsistir.
Ese fue el paso reciente de Guerrero, quien hoy se encuentra conflictuado con el tema nacional en cuestión.
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Y BUENO, MIENTRAS la acusación en contra del ya exfiscal de la Zona Norte, Jorge Nava, se viralizaba por doquier y la Fiscalía General del Estado a cargo de Roberto Fierro anunciaba su cese fulminante, que los malosos también recordaron aquella selfie en la que en 2016, el exgobernador Javier Corral presumía los entonces recientes nombramientos de Nava en la Zona Norte, Carlos Mario Jiménez en la Centro y Jesús Carrasco en la Occidente, acompañados por supuesto del entonces fiscal General, César Peniche. Y es que hoy, los primeros tres están siendo señalados por doquier, y aunque Peniche se ha librado de acusaciones en su contra, lo cierto es que ya no volteó a ver a su exjefe cuando éste le pidió “aclarar” el desistimiento de las propiedades de César Duarte, es decir, el también exdelegado de la entonces PGR puso distancia a las locuras de Corral. Dicen que por salud mental ni las llamadas le toma.
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AUNQUE ESO DE los teléfonos rojos parece en ocasiones más mito que realidad, lo cierto es que no se trata de mera leyenda urbana, pues esta semana comenzaron con su instalación en las oficinas de los principales colaboradores de la gobernadora Maru Campos, ahí en Palacio de Gobierno, ya que con eso del espionaje telefónico, más vale prevenir que lamentar, sobre todo porque desde la 4T juran y perjuran que ya no se realiza, como sí se hizo y pruebas sobran, durante los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, pero como al gobierno de Andrés Manuel López Obrador se le debe creer lo contrario, más vale que las situaciones delicadas y de Estado, se realicen a través de rojizos teléfonos que eviten la curiosidad de Gobernación federal.
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POR MÁS QUE sí logró hacer mitote con eso de dejar la bancada del PAN en el Senado para formar, junto a otros cuatro desertores, una bancada “plural”, al senador Gustavo Madero y compañía los pararon en seco, ni más ni menos que la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara Alta, Olga Sánchez Cordero, quien recordó que no existe fundamente legal ni reglamentario para que así como así y por desencuentros partidistas, se les ocurra formar una bancada como tal, por más que se trate de meros berrinches mediáticos. Así las cosas en el Senado.
Source: Columna