El día que tanto trató de evitar, por fin llegó para Iker Casillas. El portero se despidió del Real Madrid con lágrimas en los ojos, informó la Agencia EFE.
Este domingo, el cancerbero ofreció una rueda de prensa en la que leyó un comunicado dedicado a todos los madridistas; sin embargo, hilar las palabras constó mucho más de lo que se había imaginado.
Fue más de un minuto en el que el Campeón del Mundo en 2010 trató de dar voz a un texto que tenía preparado, pero un nudo enorme se gestaba en su garganta cada vez que intentaba comenzar el adiós.
A lo largo de la lectura de su discurso, Casillas trastabilló en varias ocasiones, notablemente afectado por un cúmulo de emociones al referirse a los compañeros que deja, a la afición que estuvo con él, pero sobre todo, al comprender que ya no podrá defender al “equipo más grande del mundo” y dejará la que por durante 25 años fue “su casa”.