Las visitas registradas para ingresar al penal de máxima seguridad de El Altiplano, para entrevistarse con Joaquín “El Chapo” Guzmán, todos ellos hoy bajo sospecha como parte de la red de apoyo para planear su fuga, tuvieron que cumplir con un trámite que incluye 64 requisitos, entre ellos, el permiso de un cuerpo colegiado, todo esto, por los filtros de seguridad de la prisión.
A pesar de los controles, en abril pasado el líder del Cártel de Sinaloa recibió la visita de una mujer, quien logró entrevistarse con él, pues utilizó una credencial de elector y acta de nacimiento falsos, lo que representó una alerta para la Comisión Nacional de Seguridad (CNS).
La Procuraduría General de la República (PGR) investiga ahora si tras descubrirse esta vulneración a la seguridad, las autoridades penitenciarias reforzaron o no las medidas, en torno a las personas autorizadas para visitar al capo, ya que los permisos son de carácter permanente y sólo deben renovarse cada año.
Autoridades de la dependencia federal detallaron a EL UNIVERSAL que se indaga si después de lo ocurrido se hizo una revisión de cada uno de los trámites efectuados por los visitantes, si se verificó la documentación que presentaron, a fin de corroborar su identidad, y si se alertó a las áreas de inteligencia para dar seguimiento a las personas que se entrevistaban con el capo, ante la evidente intención, de una de ellas, de evadir los controles de seguridad.
Indicaron que se analiza la identidad de cada uno de los visitantes autorizados, que han sido citados a declarar, por el momento, en calidad de testigos, como ocurrió con los integrantes de la defensa del capo.