La votación de ayer en el Congreso del Estado que aprobó la reforma al Poder Judicial, no sólo resultó ser un triunfo para el coordinador de la bancada del PAN, Mario Vázquez, y para el entramado político que se gesta desde Palacio de Gobierno y desde el partido mismo, sino que demostró de qué lado masca la iguana, es decir, demostró lealtades y quitó máscaras, pues con mayoría calificada, 22 de los 33 legisladores, la reforma pasó y don Mario se aventó un 10 en eso de la diplomacia grilla, pues logró sumar, además de a todos los panistas claro está, a todos los priistas, al naranja Francisco Sánchez y a la petista Deyanira Ozaeta, quien en prácticamente el 99 por ciento de los casos, se inclinaba por Morena, pero cuyo voto resultó ser el que le diera la aprobación a la reforma al Poder Judicial, luego de que de plano la diputada de Movimiento Ciudadano, América García, se fuera al bando de los morenos, lo que demuestra que ya sólo le falta oficializar el brinco o a lo mejor se queda en MC, pero eso sí, del lado de los morenistas y confrontada con su colega anaranjado en el Legislativo.
Así que de nueva cuenta, Mario Vázquez demostró oficio político y demostró ser un operador confiable, que sabe mover los hilos y calar las aguas, pues cuando uno, en este caso una, no va, siempre es necesario tener un as bajo la manga, y ahí estaba el PT.
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Es así que tras la renuncia de Gema Chávez a la Fiscalía Anticorrupción, se avecina una nueva batalla para determinar quién ocupará el puesto que dejó vacante la exfiscal que fue impuesta por Javier Corral en el 2018, en aquel mes de agosto en que el corralismo no sólo tomó por asalto el Poder Judicial con el cochinero que armó la entonces consejera Lucha Castro, sino que JaviCo había hecho lo propio en prácticamente todas las instituciones ya creadas y también de reciente creación, como lo era la Fiscalía Anticorrupción, por lo que no tomó por sorpresa el adiós de Gema Chávez, pero lo que sí se viene es un determinar por parte de los diputados locales, si la o él próximo fiscal, se quedará sólo el tiempo que le restaba a Chávez Durán, o si será electo para un periodo completo de siete años, he ahí la cuestión.
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Así que mientras los corralistas caen uno por uno, ya sea por karma o porque de eso se trata la grilla, con eso de que los carniceros de ayer están siendo las reses del presente, a quien la alcanzó la sal y la mala suerte de Javier Corral es a la empresaria Alejandra de la Vega, quien quizá supuso que el poder que otorga la gubernatura era eterno o se heredaba como la riqueza, nada más equivocado que eso.
Lo cierto es que no conforme con que deberá pagar la multa de 80 millones de pesos si es que pretende que sus Bravos de Juárez permanezcan en la Liga MX, esto debido a que el equipo del cual es dueña, fue el peor a lo largo del año futbolístico y por tanto “descendió”, por lo que deberá desembolsar esa cantidad para que continúen afiliados a la Primera División, pero repetimos, no sólo eso trae de broncas la millonaria empresaria, que chance la multa es como quitarle un pelo a un gato, lo otro que la debería mortificar es que dos de sus empresas, Del Río y Superette, están en la mira de los inspectores municipales y estatales, ya qué tal parece que cuando era funcionaria de Corral y mejor amiga del ex(des)gobernador, se le condonaron permisos y nadie hacía algo al respecto, pero como el poder político no se hereda, ahora sí a la empresaria le cayó la ley como a cualquier hijo de vecina.
Source: Columna