LLEGÓ EL VILLANO favorito del pasado quinquenio. El exgobernador César Duarte Jáquez durmió en el Cereso de Aquiles Serdán, luego de un proceso de extradición que duró un par de años tras su detención en Estados Unidos a petición de un juez de Chihuahua, quien materializó la persecución que hizo del ballezano su sucesor Javier Corral Jurado, desde el primer día que pisó Palacio de Gobierno.
Acusado de robarse hasta el vitrolero de las aguas frescas, César Duarte fue la razón de existir del Gobierno (si así se le puede decir) de Javier Corral Jurado. Durante cinco años lo persiguió, pero no pudo traerlo para ser juzgado. La integración viciada de las carpetas de investigación mediante la utilización del exsecretario de Hacienda, Jaime Herrera, como Testigo Protegido del corralato, fue la única prueba que se pudo sostener a lo largo del proceso judicial que se llevó durante meses en un tribunal de Florida.
Hay que ser fríos. El Ministerio Público de Chihuahua durante el corralato acusó a Duarte de desviar poco más de 3 mil millones de pesos. Javier Corral declaró por años que fueron por lo menos 9 mmdp los que saqueó su antecesor. Lo cierto es que solamente le pudieron acreditar menos de mil y la orden de aprehensión que fue tomada como válida para la extradición habla de poco más de 90 millones de pesos.
Fueron cerca de 20 órdenes de aprehensión las que se liberaron por jueces locales en el (des)gobierno de Corral. Además existe una librada por un juez federal. Solamente una pasó el tamizaje de la justicia gringa como válida para extraditar al oriundo de Balleza. Sobre esa y no más, es que versará el proceso judicial aquí en Chihuahua que inicia este día a las 08:00 horas.
Así de sencillo quedará enmarcada parte de la llamada Operación Zafiro a nivel nacional que relata componendas del poder en México para beneficiar al otrora poderoso PRI.
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EL SEGUIMIENTO PUNTUAL del proceso a Duarte Jáquez será materia de cobertura amplísima de los medios de comunicación a partir de hoy, pero este día también inicia la constante interrogante a la gobernadora María Eugenia Campos Galván: ¿Para cuándo Javier Corral?
Y es que ayer la gobernadora fue más que clara que en su gobierno “ni perdón ni olvido para los exgobernadores”. Fue en plural y no en singular hacia alguno en particular. No hay duda, se refirió directamente a César Duarte que gozará de los privilegios de un debido proceso; pero también volteó a Javier Corral, de quien ya hay decenas de carpetas de investigación avanzadas y concluidas de evidentes malos manejos de recursos públicos tanto estatales como federales.
A partir de hoy inicia una segunda historia, donde el fiscal Roberto Fierro deberá sostener la acusación a Duarte Jáquez que le heredó el gobierno de Corral, pero en donde también será cuestionado un día sí y otro también, sobre cuando se judicializarán las carpetas del propio corralato.
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MARU CAMPOS, A través de su gobierno no solamente apoyó en todo momento la extradición. Puso la cama judicial y política para que la Secretaría de Relaciones Exteriores de Marcelo Ebrard, así como la Fiscalía General de la República de Alejandro Gertz, se lucieran con la extradición y que el gobierno de Estados Unidos la concediera a México, particularmente al gobierno federal de Morena y de Andrés Manuel López Obrador, justo a 2 días de las elecciones en varios estados de la república para ayudar ¿coincidentemente? a clavarle más estacas al decadente PRI.
Los conspiracionistas están de fiesta con este dato.
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HABLANDO DEL PRI y las redes sociales, llamó poderosamente la atención el post del presidente del PRI estatal en Chihuahua, Alejandro Domínguez, quien pareciera desempolvó un libro de la Facultad de Derecho para decir que espera un proceso apegado a la ley para el exgobernador Duarte.
Ni por error quiso dar una opinión que rozara ni de lejos la posibilidad de que sea culpable o inocente. Domínguez fue criticado en las redes sociales por ello. Y es que varios recordaron que fue César Duarte quien hizo a ese chamaco diputado local y luego dirigente estatal del partido. El pago no ha sido muy grato que se diga. De hecho todo el proceso judicial que también debió librar el chamaco tricolor, le costó hasta familiarmente porque perdió un compadre en el camino, con todo y lo que el dicho popular reza que “ofender a un compadre, es ofender al Eterno”.
Y para no soltar las redes sociales, ayer también Javier Corral salió a replicarse él mismo que gracias a su gobierno Duarte está en Chihuahua y pagará sus tropelías.
Dos entrevistas en medios de poco impacto en el centro del País, son las que logró concretar Javier Corral Jurado. En Chihuahua nadie conoció de algún comentario directo. No tiene cara ni voz el exmandatario para hacerlo, luego de que encabezó una persecución a la libertad de prensa en la entidad. Difícilmente alguien podía tener la razón sobre su sinrazón.
La dimensión real de sus alcances en redes sociales, sin la millonaria inversión económica en su manejo digital con recursos públicos, quedó reducida a unas cuantas interacciones y poquísimos comentarios. Algunos de ellos por cierto advirtiéndole que sigue él en el camino de enfrentar la justicia.
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POR ÚLTIMO VALE decir que ayer el Pleno del Poder Judicial del Estado mostró una cara interesante. Los magistrados que fueron colocados por el exgobernador César Duarte, se vieron empoderados. Jorge Ramírez, Gabriel Sepúlveda, César Ramírez e incluso la presidenta del TSJ, Miriam Hernández, serán vistos con lupa en su actuación en este caso.
Además, hay dos vacantes y algunos dicen en breve que serán tres. Y es que los magistrados Emilio Anchondo y Gabriel Ruiz dejaron sus salas vacantes. Se deben elegir nuevos encargados del changarro. Eso pone aún más en desventaja el andamiaje que dejó manipulado el exgobernador Javier Corral.
Otro que ayer no se mostró en el Pleno fue el magistrado Pablo González, quien justificó la ausencia con una salida de la ciudad. Lo cierto es que la presión sobre el expresidente del tribunal está más fuerte que nunca y se habla de que en breve también habrá de pactar su jubilación.
A esto se debe sumar la posibilidad que dejó abierta la propia gobernadora Maru Campos. No le teme la justicia de Chihuahua a que el gobierno federal atraiga el caso de Duarte. Tiene facultades y no encontrará resistencia de la justicia en Chihuahua. Falta ver qué dicen los magistrados que están más que presionados por hablar en uno u otro sentido sobre el particular.
Source: Columna