Centenares de miembros del grupo extremista Ku Klux Klan y los del Nuevo Partido Pantera Negra (NBPP) se han enfrentado en el estado estadounidense de Carolina del Sur, sureste.
Este sábado, en medio de la presencia de las fuerzas de seguridad, los supremacistas blancos pertenecientes al grupo extremista se han reunido frente al Capitolino del estado para expresar su apoyo a la bandera confederada y condenar la decisión del gobierno para quitar la bandera debido a sus asociaciones con el odio racial.
Contrarrestando a su manifestación, alrededor de 400 personas vinculadas con el Nuevo Partido Pantera Negra han llevado a cabo marchas en el nombre de la equidad racial, instando a los políticos a hacer algo más que retirar la bandera.
Además de que las marchas han dejado varios heridos y dos detenidos, se ha reportado que los miembros del NBPP han quemado la bandera confederada en frente del Parlamento del estado que ha sido rodeado por los supremacistas blancos.
Por otra parte, un miembro de Ku Klux Klan ha dado un saludo nazi en las escaleras del Capitolio, mientras que un grupo blanco ha dicho que los blancos no deben ser culpados por el tiroteo llevado a cabo por un joven blanco racista registrado, el pasado mes de junio, en la ciudad de Charleston, en el mismo estado, que acabó con la vida de nueve afroamericanos.
“La retirada de la bandera no es un progreso. Es una ilusión del progreso”, ha dicho el exdirector del NBPP James Evans Mohamad, para luego añadir: “Desde que comenzó la esclavitud en los Estados Unidos, los blancos tienen el privilegio de la libertad que los negros no lo tienen en Carolina del Sur”.
Los miembros de Ku Klux Klan han organizado esta protesta, después de que un guardia de honor de Estados Unidos bajó la bandera confederada de las instalaciones del Capitolio de Carolina del Sur y la ha trasladado a un museo situado en las cercanías.
En los últimos meses, Estados Unidos está atravesando momentos de gran tensión debido a las protestas antidiscriminación no solo de carácter racial sino también religioso.
Según las cifras, los ciudadanos negros de EE.UU. mueren 21 veces más que los blancos en enfrentamientos con los agentes policiales.
La situación es tan grave que el mismo presidente Barack Obama reconoció amplia discriminación racial en la justicia de EE.UU.
HispanTV