Es muy común encontrar en nuestra vida cotidiana personas que tienen animales de compañía. En muchas de ellas surge la pregunta: ¿por qué tengo tanta conexión con los animales? No es una cuestión que tenga una única respuesta, pero podemos aventurarnos a decir algunas cosas sobre esto.
Los seres humanos tenemos una gran capacidad para empatizar con otros seres vivos. Pero no somos los únicos capaces: otras criaturas también pueden hacerlo. Si te has preguntado ¿por qué tengo tanta conexión con los animales?, entonces este artículo te puede ser de ayuda.
Hoy en día los animales de compañía son parte importante de nuestras vidas: perros, gatos, hamsters, incluso tortugas, forman parte importante de la familia. Esto explica muy bien por qué sufrimos tanto por ellos, ya que es como si perdiéramos a una persona muy cercana.
Este vínculo familiar con otros seres vivos ya no es como en los tiempos en los que los humanos prehistóricos se relacionaban con los lobos primitivos. Actualmente podemos encontrar una amplia variedad de animales de compañía que se encuentran desprotegidos. Los encontramos principalmente en las calles de las ciudades, como una de las consecuencias indeseables de la domesticación.
Por esta última razón se vuelve clara la importancia de la adopción de mascotas. Pareciera que la misma empatía que hemos generado históricamente con animales como los perros ahora se encuentra ausente. Quizás podríamos cultivar una vez más esta relación simbiótica con los animales, para así darles de nuevo un lugar en nuestras familias.
Desde el origen de los tiempos, los seres humanos hemos tenido una profunda conexión espiritual con el mundo que nos rodea. Este vínculo no sólo se estableció con otras personas, sino también con la naturaleza. Aquí podemos intuir que los animales pudieron jugar un papel importante.
El mundo siempre ha sido un lugar lleno de peligros, pero también lleno de mucha belleza. En este sentido, nuestra relación con la naturaleza siempre ha sido ambivalente. Por eso encontramos una fuente de incertidumbre en ella, pero también de amor.
No sabemos con precisión cuál es el papel que jugaron los animales en los tiempos prehistóricos. Lo que sí sabemos es que siempre hemos tenido una conexión importante con ellos. Fueron fuente de alimento, de admiración, incluso quizás de miedo, pero siempre han estado ahí. Nos han acompañado desde siempre de muchas formas, eso lo sabemos de cierto.
Sólo tenemos trazos de nuestra relación con ellos en la prehistoria. Sin embargo, en tiempos recientes hemos alcanzado una explicación sobre nuestra relación con una de las compañías más comunes: los perros. Esta relación particular podría ayudarnos a entender un poco más por qué nos gustan los animales.
La explicación más reciente está relacionada con la domesticación. Se dice que los humanos prehistóricos comenzaron a relacionarse con lobos primitivos de manera simbiótica. Esto quiere decir que era una relación que beneficiaba a ambos: los lobos obtenían obtenían comida y los humanos obtenían protección. Sin embargo, las cosas son un poco más complejas que esto.
A lo largo de más de 10.000 años, los humanos y los lobos primitivos fueron estableciendo una relación práctica y emocional, empática. Así, la ayuda mutua que se daban se fue convirtiendo en una amistad. Esto lo vemos claramente en excavaciones de rituales funerarios de humanos prehistóricos, en los que podemos verlos compartiendo el mismo espacio.
Esperamos que estas observaciones sobre nuestra relación con los animales te hayan ayudado a pensar sobre nuestra conexión espiritual con los animales. Una conexión muy profunda que llega hasta las raíces de la humanidad.
Source: Crealo