Hace 92 años, el 20 de julio de 1923 muere asesinado a tiros el general Pancho Villa, hecho que ocurrió en la ciudad de Parral, Chihuahua.
José Doroteo Arango Arámbula, más conocido por su seudónimo Francisco Villa o el hipocorístico de éste, Pancho Villa, fue uno de los jefes de la revolución mexicana, cuya actuación militar fue decisiva para la derrota del régimen del entonces presidente Victoriano Huerta.
Originario del estado de Durango (se desconoce si era de Río Grande o de San Juan del Río), nació el 5 de junio de 1878 y murió asesinado en una emboscada en Hidalgo del Parral (Chihuahua) el 20 de julio de 1923. Durante la revolución fue conocido como “El Centauro del Norte“.
Comandante de la División del Norte, fue caudillo del estado norteño de Chihuahua, el cual, dado su tamaño, riqueza mineral y también la proximidad a los Estados Unidos de América, le proporcionó cuantiosos recursos.
Villa fue gobernador provisional de Chihuahua en 1913 y 1914. Aunque no se le aceptó en el panteón de los héroes nacionales hasta veinte años después de su muerte, su memoria se honra hoy por mexicanos, estadounidenses y personas de todo el mundo. Además, numerosas calles y barrios en México y otros países han sido nombrados en su honor.
Villa y sus seguidores, conocidos como villistas, se apoderaron de las tierras de los hacendados para distribuirlas a los campesinos y soldados. Se apoderó de trenes y, como varios generales revolucionarios, usó dinero fiduciario impreso para pagar por su causa.
El dominio de Villa al norte de México se rompió en 1915, a través de una serie de derrotas que sufrió en Celaya y Agua Prieta en manos de Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles. Después del ataque de Villa a Columbus, en 1916, el general John J. Pershing trató infructuosamente de capturar a Villa durante un año.
Como dice el corrido popular en recuerdo de la victoria tácita de Villa, sobre quien fuera un poco después, el comandante de las tropas estadounidenses en la Primera Guerra Mundial.