La violencia desatada en todo el país, incluyendo por supuesto a Chihuahua, demuestra una y otra vez que los abrazos que reciben los delincuentes y asesinos por parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador nada más van de un sólo lado, o entre la 4T y el crimen organizado, pues de los sicarios, narcos, secuestradores, violadores, extorsionadores y demás alimañas sociales, lo que se viene de regreso son masacres y asesinatos de civiles que ni la deben ni la temen, así que por más de que se diga que la violencia no se combate con la violencia, el inquilino de Palacio Nacional debería saber que si no quiere combatirla de ese modo, al menos puede hacerlo sin otorgar impunidad y sin revestir de humanidad a seres que desde el momento que le arrancan la vida a otra persona, violan, torturan y aterrorizan a comunidades enteras, entonces dejan de serlo y se convierten en criminales al que se les debe perseguir con todo el peso de las instituciones de seguridad y judiciales, sin embargo, hacer eso le restaría en lo electoral al mesías de la 4T, lo único que a él realmente le interesa.
Es así que lo ocurrido en Cerocahui con el asesinato de un guía de turistas y dos sacerdotes jesuitas, muy queridos por la comunidad, por las asociaciones religiosas y civiles, incluso hasta por políticos, ha vuelto a poner el debate de las estrategias de seguridad sobre la mesa, pues mientras el Gobierno del Estado anuncia mano dura, desde Palacio Nacional el Ejército y la Guardia Nacional son utilizados para los caprichos de la 4T y su comandante supremo.
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Vaya, vaya, el que otra vez le está jugando al borracho y no al cantinero, como toda su vida política, con excepción de los cinco años que estuvo al frente del Gobierno del Estado, es Javier Corral, pues ahora sí apenas y se enteró del asesinato de los sacerdotes en Cerocahui, entonces sí opinó al respecto de inmediato. Ah tiempos aquellos del 2016 al 2021 en que las masacres acechaban todo el estado, cuando sicarios quemaban pueblos enteros, emboscaban policías estatales o ejecutaban periodistas, ahí sí Javier Corral tardaba horas, días en responder e ignoraba a la prensa que buscaba su posicionamiento. Vaya, el borracho ya volvió a probar las mieles de ser el que consume y no el que sirve.
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Y mientras la gobernadora Maru Campos convocó a reunión de emergencia de la Mesa de Seguridad tras la violencia en Cerocahui, en Palacio de Gobierno desfilaron ciertos actores políticos para reunirse con el principal operador del Estado, el número dos de Palacio y secretario General de Gobierno, César Jáuregui. Así que los malosos nos comentan que ahí vieron desfilar a los dos personajes que se creen dueños de Movimiento Ciudadano, Alfredo “El Caballo” Lozoya y el dirigente estatal, Francisco Sánchez, así como otro que sí es dueño, pero de la franquicia del PT, Rubén Aguilar, quien también anduvo de visita con Jáuregui Moreno.
Los más enterados afirman que aunque los susodichos aseguren que se trató de visitas de cortesía, más bien lo que se habló es lo que sucederá en la próxima sesión ordinaria del Congreso del Estado, en donde el tema peliagudo estará en qué va a suceder con la reforma a la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Chihuahua.
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Por cierto que ante los frustrantes e indignantes hechos de violencia en Urique, hoy la gobernadora Maru Campos retomará su agenda con la Inauguración del Foro Regional de Mujeres Canacintra, a donde acudirán los presidentes nacional y estatal de esa cámara empresarial, José Centeno y Antonio Valadez, en un evento que tendrá como marco el hotel Sheraton a las 10:30 horas de este miércoles.
Source: Columna