La inspiración aparece en los momentos menos esperados y para Héctor Zárate llegó en 2008, al salir de una fiesta. “Era de noche, no reconocía el sitio y sólo deseaba volver a mi hogar. Entonces cursaba la materia Algoritmos y Estructura de Datos como parte de la carrera de Ingeniería en Computación y pensé ¿si aplicara lo aprendido en la última clase podría hacer que mi teléfono indicara la forma más eficiente de regresar? Esta idea —y el frío de la madrugada— me acompañaron el resto del camino a casa”.
Así nació Metroplex DF, una aplicación de descarga gratuita en iTunes, diseñada ex profeso para la ciudad de México y área metropolitana que, a diferencia de otras similares, no requiere conexión a Internet, wifi o plan tarifario para funcionar, lo que la hace operable en zonas sin cobertura e incluso en los tramos subterráneos del Sistema de Transporte Colectivo Metro.
Una versión inicial fue creada en las aulas de la Facultad de Ingeniería (FI) de la UNAM; no obstante, su salida al mercado se vio frenada por un obstáculo inusual: los únicos celulares capaces de procesarla eran marca iPhone y en aquellos años sólo se vendían modelos de primera generación, tecnológicamente limitados para lograr lo que el joven tenía en mente.
Establecer la ubicación actual y determinar la vía más corta, sugerir medios de transporte cercanos y sus transbordos, ser fácilmente operable por un invidente o calcular cuántos minutos se invertirán en cada desplazamiento era impensable con los recursos de entonces.
“Aunque el proyecto terminó en una gaveta, me puso en contacto con el cómputo móvil (en aquella época pocos se habían adentrado en este territorio) y éste se volvió casi una adicción para mí; me involucré tanto que aún sin concluir mis estudios comenzaron a contratarme como consultor y me hice de un abultado portafolio de trabajo que llamó la atención de muchos reclutadores”.
Al recibirse en 2011 y con una extensa carpeta bajo el brazo, Zárate recibió diversas invitaciones laborales y se decantó por una que lo llevaría, literalmente, al otro lado del mundo. A los pocos meses, el universitario hizo sus maletas y, sin saber el idioma ni las costumbres del lugar, pero sí cómo programar, tomó el siguiente avión a Polonia.
Héctor se define como alguien hiperactivo y siempre en busca de algo nuevo por hacer, por lo que ya en Varsovia aprendió a hablar polaco —sabe darse a entender— y entabló relación con profesionales de distintas ramas, como Justyna Marczewka, ganadora en la edición 2009 de la Bienal Internacional de Estudiantes de Diseño Gráfico AGRAFa y con quien tiempo después desarrollaría la identidad visual de Metroplex.
“Ella es una artista mazovania con una muy particular forma de concebir las interfaces de usuario; decidimos explotar eso y aunque pusimos cuidado especial en la apariencia de la app, también la hicimos amigable para personas con discapacidad ocular quienes, a través de instrucciones sonoras, podrán guiarse por el DF”, explicó.
Sobre las dificultades de diseñar un mapa virtual que describe a detalle hasta los barrios más populares de la capital mexicana, pero desde el lado opuesto del globo, Zárate explicó que no hubo problema. “Antes que nada soy un chilango habituado a las dificultades de moverse en una ciudad tan grande y caótica como la nuestra; quien revise mi propuesta se dará cuenta de eso”, compartió.
Con los años, el ingeniero se ha especializado en el sistema operativo móvil de la compañía Apple, al grado que su apodo en el mundo virtual es “iOS cowboy”, sobre el cual bromea al decir “no sé montar a caballo, pero nunca salgo a la calle sin mis pantalones de mezclilla”.
También, como los vaqueros, las diligencias de este universitario lo han llevado progresivamente al oeste (de Europa); de hecho, hoy vive en Estocolmo, Suecia, donde trabaja para Spotify, la compañía de transmisión de música en streaming más importante del orbe.
Al recapitular sobre la frenética sucesión de eventos que lo llevaron a donde está, el universitario se consideró afortunado de haberse extraviado aquella noche de 2008, pues en vez de caer en pánico concibió una app de ubicación que le daría otro rumbo a su vida, uno que le permitiría dedicarse a su otra gran pasión: descubrir cómo es la vida en otros lados del planeta.
Experiencias compartidas
Héctor fue de los primeros universitarios mexicanos en crear este tipo de aplicaciones y le tocó abrir camino en un área en la que cada vez incursionan más profesionistas. Sin embargo, ser precursor no fue fácil pues él —como muchos otros— debió suplir la falta de conocimiento con entusiasmo e intuición.
Con la finalidad de compartir sus experiencias y evitar a las nuevas generaciones andar a tientas en un trayecto ya por él recorrido, Zárate (quien puede ser contactado vía Twitter como @iOSCowboy) redactó Guía de referencia para el desarrollo y distribución de aplicaciones en plataformas móviles, obra recién publicada por la FI y de la cual, dijo, espera que sea una suerte de mapa para aquellos alumnos de la UNAM que deseen dedicarse a esta especialidad.
“No es un texto técnico sobre bits y bytes. En vez de ello plantea que generar software va más allá de la mera técnica y precisa innovación, planeación y marketing, pues al final todo gran producto de la ingeniería es resultado de la colaboración entre profesiones distintas”, aseveró.
El novelista J.R.R. Tolkien alguna vez escribió: “No todos los que deambulan sin rumbo están perdidos”, palabras que este joven asegura suscribir “pues pocos saben, como yo, que las circunstancias suelen colocarnos lejos de casa; quizá por ello hice un programa como Metroplex o un texto que podría entenderse como una hoja de ruta, pues siempre he creído que si alguien nos proporciona las instrucciones adecuadas en el momento preciso, tarde o temprano llegaremos a nuestro destino”.